Capitulo 8.

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Todos estaban en clases en ese momento por lo que nadie lo vio con Yoongi, maldita sea agradeció haberse saltado la clase de historia solo para ir donde Jungkook les había dicho.

Ese hijo de perra.

Subió al auto a su chico y cuando llegaron a su departamento lo volvió a tomar en brazos y así entraron hasta que Jimin lo dejo sobre la cama.

— Mi amor. — lo tomo del rostro para ver qué los moretones se comenzaban a notar. — ¿Te hicieron daño en algún lado más?. — pregunto mirándolo, Yoongi negó.

—¿Puedes dejarme solo un momento?

— No. — negó y se puso de pie para caminar a dónde guardaban el botiquín de primeros auxilios y se acercó a Yoongi de nuevo. — Tus manos. — dijo mostrando su palma para que Yoongi las dejará sobre está, pero solo dejo una.

Tenía varios raspones en las palmas de sus manos así que comenzó a limpiarlas.

Luego tomo un hisopo y le puso alcohol y con delicadeza limpio la heria de su labio, el rubio se quejo pero Jimin soplo para que fuera mínimo. Luego tomo una pomada que le ayudaría en sanar y se lo puso.

— Iré por una compresa fría porque si no se te va a hinchar. — paso la yema de su dedo por el pómulo y Yoongi asintió con la mirada baja. — ¿Te duele algo más? — Yoongi negó, Jimin se puso de pie y beso la frente de Yoongi para salir e ir por la compresa fría.

Cuando entro a la habitación vio los moretones que Yoongi se veía por el espejo, hasta que esté lo miró y bajo su camisa.

— ¿Por qué me mientes?. — lo miró con seriedad y se acercó para alzar la camisa y ver los moretones en su espalda baja y glúteos. — Ponte la compresa y acuéstate boca abajo.

— No.

— Yoongi...

— No. — repitió.

Jimin lo miró y asíntio.

— Entonces colócate la pomada tú ¿Bien? — se la ofreció y el pálido la tomo.

Jimin comenzó a recoger lo que había usado y lo llevo a la basura para darle privacidad a Yoongi.

Estaba tan enojado que apretaba los puños con tanta fuerza mientras tenía la mirada baja.

—¿Jiminie?. — escucho la bonita voz de su chico.

— Si, mi amor? Estoy en la cocina. — respondió para mirar a la entrada donde entró su bonito chico y le sonrió. — ¿Que pasa mi vida?. — el pálido se acercó a él y este puso sus manos en su cintura.

— ¿Te das cuenta de que nos saltamos las clases? — dijo divertido y Jimin alzó los hombros.

— Si me voy a quedar contigo, entonces no tengo problema con eso. — beso la nariz de botón. —¿Tienes hambre? — acercó con delicadeza a su chico.

— Sip. — sonrió y paso sus brazos detrás del cuello de Jimin.

— Entonces iré a comprar algo de comer ¿Que te parece?. — recargo su frente en el hombro del contrario.

— No, mejor pide algo a domicilio. No puedes dejarme solito. — hizo un puchero y se quejo de dolor.

— Ten cuidado amor. — acaricio el pómulo hinchado y Yoongi asintió. — Entonces pedimos algo. — sonrió y tomó la mano de Yoongi para ambos salir a la sala y sentarse en el sofá.

Ordenaron sushi y se acomodaron en el sofá en donde Yoongi quedó entre las piernas de Jimin y se recargo en el pecho del castaño.

Ambos disfrutaban del silencio mientras Jimin le daba cariñitos y su mente volvia al momento en que vio a Yoongi tirado.

— Te amo Jiminie.

— También te amo, mi amor. — beso la cabeza del pálido.

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Cortito porque ya tengo sueño.
Los tqm🩵

Say you won't let go - JIMSUWhere stories live. Discover now