17. Money, Money, Money.

461 53 8
                                    

Canción: Money, Money, Money - ABBA

— ¡Y si no te matan ellos haznos a todos un favor y mátate tú!

Oh. Qué bonita forma de despertar ¿eh?

Abrí los ojos, estaba tumbada casi boca abajo. La voz de Vox me había despertado. El muy maldito estaba con el reloj inteligente que habíamos diseñado juntos, todavía tumbado, lo dejó sobre la mesita con un golpe y bufó.

— ¿Buenos días?

— Oh —me miró— Siento despertarte, cariño. ¿Has dormido bien?

Reí asintiendo, aún medio dormida.

— ¿Qué pasa?

Él se acercó, pasándome una mano por detrás de la nuca y dándome un abrazo.

— El idiota que infiltramos en el Hotel, que lo han pillado —suspiró.

— ¿Eh? Eso no me lo habías dicho —dije yo, poniendo mi mano en el borde de su pantalla para que me mirase— ¿Metisteis a alguien? Pensaba que con Ángel ya era suficiente.

El rodó los ojos.

— Ángel apenas hace caso a Valentino —Su mano acarició mi espalda acercándome más— Metimos a un idiota que parecía ser útil pero... bah, no ha servido de nada.

Mi mano derecha pasó a su pecho.

— ¿Por qué no voy yo? —pregunté— Supongo que podría intentarlo. ¿Qué quieres saber?

Vox negó con la cabeza mientras yo seguía acariciando su pecho.

— Ángel te conoce —dijo él— Y no creo que te acepten viniendo de aquí. Lo sospecharán.

— Bah, si le digo a esa idiota hija de Lucifer que quiero redimirme seguro que no duda en creérselo —murmuré acercando mi cabeza a su hombro y apoyándome— Prometo que tendré cuidado. Solamente quieres cualquier información valiosa ¿no?

Él simplemente hizo un zumbido, dudoso.

Nos quedamos en la cama casi hasta las 10:30, yo me quedé abrazada a él mientras mirábamos el móvil, dejé el mío a un lado y me recosté sobre su pecho, le di un beso en la clavícula.

Él puso sus manos en mi espalda y las bajó hasta mis caderas, yo enseguida me senté a horcajadas encima de él. Nunca me había dejado hacerlo, hasta ese momento. Sonreí poniendo ambas manos en su pecho y inclinándome para besarlo. Suspiré en su boca mientras cerraba los ojos y sus manos bajaron a mis glúteos, respondí echándome levemente hacia atrás, mis dedos apretando sus hombros.

Y su móvil sonó.

— Joder —murmuré. Me quedé sentada a horcajadas mientras él ponía mala cara y alargaba el brazo para cogerlo.

— ¿Hmm? Estoy ocupado. —respondió al teléfono.

No escuché bien que decía, pero enseguida supe, al oir su voz, que era Val.

— Sí —dijo él— ¿Es urgente?

Pausa.

— Vale —se sentó en la cama.— No. —hizo otra pausa— Se lo diré. Yo no puedo ir, pero vendrá ella. ¿Sí? La tengo delante, tranquilo.

Val siguió hablando al otro lado.

— Está bien. Nos vemos luego — Vox hizo un silencio— Adiós.

Me miró y dio un suspiro.

— Me temo que tienes trabajo. La idiota que va a querer redimirte ha prendido fuego al set de Valentino y el equipo de producción necesita una reparación urgente. —sus manos volvieron a subir a mis caderas y yo me quité de encima suyo, con el ceño fruncido.

The Masochism Tango || Vox x LectoraWhere stories live. Discover now