Un día despiertas en el infierno y te das cuenta que has muerto. Qué putada, menos mal que tu no-vida sigue siendo tan caótica como siempre.
Sobretodo cuando te dan a elegir entre vender tu alma o morir por segunda vez.
Un día despiertas en el infierno y te das cuenta que has muerto. Qué putada, menos mal que tu no-vida sigue siendo tan caótica como siempre.
Sobretodo cuando te dan a elegir entre vender tu alma o morir por segunda vez.