5. Bad Romance.

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Canción: Bad Romance - Lady Gaga.

2 años antes

Mis dedos eran ágiles y rápidos, casi perdía la noción del tiempo mientras entrecerraba los ojos y dejaba que mi mente divagase.

Era ya algo natural para mí, instintivo, mis manos dolían pero yo seguí y seguí hasta que escuché un sonido extraño y paré de repente. Era una notificación en mi móvil.

Vox: [2:49] ¿¿Se puede saber que estas haciendo??

Con un suspiro cogí el móvil.

Vox [2:53] Sé que estás ahí.
Vox [2:55] Deja de escribir en el ordenador y vete a dormir. Quiero tener una asistente funcional mañana. No un maldito zombie.

Aparté mis manos del teclado y el ratón y escribí.

Tú [2:56] Estoy programando algo que te gustará. De verdad.

Era mi manera de decir "Eres mi jefe dentro de mi horario laboral, aunque seas literalmente el dueño de mi alma tengo derecho a irme a dormir cuando me de la gana".

Vox [2:57] Vete. A. Dormir. Llevas 19 horas de actividad SEGUIDAS.

Fruncí el ceño, a veces me olvidaba que tenía acceso a todos mis datos.

Tú [3:00] Está bien. Aunque tú también deberías dormir. No quiero tener un jefe gruñón mañana.

Me dejó en visto, obviamente. Por lo menos me desconecté de la red y apagué el ordenador, como él quería.

Me tumbé en la cama mirando el techo y pensé en lo mucho que había cambiado todo.
Llevaba ya 7 años en el infierno. 6 y medio en VoxTech. Mi relación con Vox había dado un giro brutal en el momento en el que pasé a ser su asistente personal. Los primeros meses fueron extraños pero después... empecé a dudar sobre si nuestras conversaciones podían inclurise como "cómo no debe ser una relación jefe/empleado". En fin.

Yo estaba pilladísima de él, por si eso no quedaba claro. Y obviamente no iba a hacer nada al respecto. Solamente seguir trabajando, que ya era suficiente. Con "pilladísima" me refería a que si un día se me lanzaba encima yo iba a seguirle el juego llegase a donde llegase. Vamos, que quería que me empotrase contra el escritorio, por si no había quedado claro.

Nada de amor romántico, no, no, no. Nuestra relación era jefe/empleada. Con una empleada que quiere tirarse a su jefe, pero ya está.

Más o menos, esta era mi discusión mental todos los días, me autoconvencía de que todo era por puro placer carnal y nada más. Siempre se me dio bien mentir, aún más a mí misma.

Mi apartamento era otro, más grande que el anterior. Seguía en la misma oficina ya que había insistido que mi pequeña habitación de trabajo era muy cómoda y no quería cambiar de lugar.
Seguía encargándome de las retransmisiones, de los monitores y de mantener a Vox sin cortocircuitos. Tarea divertida. Igual que la que me encontré a la mañana siguiente.

Vox [6:38]: V3n ahorw mismp
Vox [6:39]: N0 TARd3Z

Fruncí el ceño cuando los mensajes de mi móvil me despertaron.

Oh, otra vez no.

Tú [6:40]: Voy.

Cogí el ascensor. Los pasillos estaban casi vacíos. Vox me esperaba en su sala de mando. Abrí la puerta sin llamar, la cerré y me dirigí directamente hacia él mirando su espalda y viendo, ya desde atrás, el borde de la pantalla de su televisor agrietado.

The Masochism Tango || Vox x LectoraWhere stories live. Discover now