The Masochism Tango || Vox x Lectora

4. Dreams.

Canción: Dreams - The Cranberries.

Reparé la pantalla rota y me encargué de recuperar la tarjeta SIM con todos los archivos del móvil de Vox. Mi jefe no volvió hasta media tarde. Yo me había quedado en su sala de control, había limpiado todo el desastre, incluso había ordenado su anteriormente desordenado escritorio, había boceteado un par de ideas para nuevos inventos y... le había preparado un café.

Tan rápido entró me levanté de su silla, un poco asustada por su humor. Estaba claro que seguía enfadado, su cara lo decía todo.

- Buenas tardes -dije con un hilo de voz, echándole la silla hacia atrás para que pudiese sentarse él. No me respondió. Observó el escritorio, totalmente ordenado, se quedó unos segundos quieto. Su pantalla falló, se quedó en las barras de color que muestran las televisiones cuando no hay señal. Me asusté bastante, nunca le había visto así.

Di un paso poniéndome a su lado y estaba apunto de tocarle el hombro cuando la pantalla se puso azul.
Acerqué mi rostro a poca distancia de la pantalla para leer bien todo lo que decía.

A PROBLEM HAS BEEN DETECTED AND VOX HAS BEEN SHUT DOWN TO PREVENT DAMAGE TO HIS SYSTEMS.

THE PROBLEM SEEMS TO BE CAUSED BY THE FOLLOWING FILE: ALASTOR.EXE

VOX.EXE_CRASH_ERROR_EAT_SHIT_ALASTOR

CHECK TO MAKE SURE ALL ((FUCKING 1930S LOOKING ASS)) HARDWARE AND SOFTWARE IS UP TO DATE AND PROPERLY INSTALLED. ASK VOX FOR ANY VOXTEK UPDATES YOU MIGHT NEED.

IF PROBLEMS CONTINUE, ((FUCK YOU ALASTOR)) DISABLE OR REMOVE ANY ALASTOR(S) FROM THE GENERAL VICINITY. IF YOU NEED TO USE 'UNSAFE MODE' RESET YOUR VOXTEK DEVICE, PRESS F6 AND SELECT 'ADVANCED STARTUP OPTIONS' THEN SELECT 'UNSAFE MODE'

TECHNICAL INFORMATION:

*STOP: ALASTOR.EXE ((OLD TIMEY PRICK.RADIO))*

Me quedé unos instantes en silencio, toqué la pantalla pero no pasó nada. Lo cogí por los hombros y le di una sacudida. Su pantalla volvió a la habitual al cabo de unos segundos. Dejé de tocarlo y puse una mano sobre mi brazo, un poco confundida.

- Señor... ¿está bien? -pregunté mirándolo.

Vox suspiró y sus ojos empequeñecieron.

- Ese cabrón... -musitó.

- ¿Y si probamos de reiniciar el sistema? -dije para calmarlo un poco. Le enseñé su monitor arreglado, en él había abierto un análisis de su rendimiento. Cogí uno de los cables y me acerqué a él.

Me detuve. Ese cable tenía que conectarse en la parta trasera de su televisor, se supone que... bueno... si lo hacía yo eso sería un poco extraño ¿no? O sea... tenía que enchufarle un puto USB dentro de un agujero en su maldita cabeza a mi jefe. ¿Debería...?

Vox me cogió el cable de las manos y lo conectó a la parte trasera de su cabeza. El monitor empezó a mostrar muchísimas letras y comandos. Me esperé a que cargase y abrí el solucionador de problemas y el limpiador del sistema.

- Reinícialo -dijo él- Y borra los archivos irrelevantes.

Obedecí, su pantalla se apagó por unos momentos aunque su cara pasó a el monitor más grande de la sala, lo miré de reojo. Era un poco extraño tener su cuerpo inerte allí delante pero su rostro al otro lado.

Terminé de reconfigurar el sistema.

- Listo -dije. Regresó a su cuerpo físico y se desenchufó.

Me quedé quieta, al lado del ordenador principal.

- Buen trabajo, ______ -dijo él, mirando la sala, el escritorio y luego a mí.

- Mm... -musité- ¿Estás mejor?

- Sí -dijo en tono frío, suspiró- Tengo trabajo que hacer. Encárgate de preparar la transmisión en directo para las seis -me miró alzando una ceja.

Me quedé en silencio después de asentir.

- ¿Algo más, señor? -dije al ver que todavía me miraba.

- Nada. Te queda bien el nuevo uniforme -dijo- Ahora a trabajar.

Nunca había pronunciado un "Sí, señor" con tanto esmero. Me di la vuelta sintiendo que mi rostro estaba rojo como un tomate. Observé un punto fijo entre la pared y el techo, justamente miré una cámara de seguridad. Vox soltó una risita detrás de mí y supe que el maldito podía ver cualquier ángulo del lugar.

Me fui a mi oficina, era mejor dejarlo tranquilo. Iba a seguir con mi trabajo como asistente a la vez que como programadora y técninca principal. Eso sí que molaba.

Además, después de la transmisión me llegó un mensaje al móvil. Más bien dos a la vez.

Vox: [18:34] Tienes el fin de semana libre.
Vox: [18:36] No te acostumbres a esto.

Kriss: [18:35] ¿Sales esta noche?

Obviamente decidí salir.

El pub al que fui estaba bastante bien. Llevaba unos meses sin ver a Kriss así que estuvo bien contactar con una vieja amiga. Llevó a un par de conocidos suyos.

Lo que no esperaba es que en el pub también hubiesen conocidos.

Valentino me miró desde su sofá, no podía escaquearme. Era... era... ¿qué diablos tenían él y Vox? En ese momento me lo plantee. Iba a decir que era el amigo de mi jefe pero, a ver, claramente había algo más. Los dos se veían cuando tenían problemas, y Velvette más de una vez se había quejado diciendo que parecían un matrimonio. En fin, no podía escapar. Me separé de mi grupo yendo hacia él.

- Buenas noches, Valentino -dije mirando a la muchacha que tenía sentado a su lado, me estaba comiendo con la mirada. Intenté ignorar eso.

- Buenas noches, cariño -sonrió- No sabía que Voxy te había dejado el día libre -cogió una de mis manos y besó el dorso, me quedé quieta, dejando que sujetara mi mano.

- Pues sí, lo ha hecho -dije un poco más cortante de lo que pretendía.

Valentino sonrió.

- ¿Tienes compañía para esta noche?

Oh no. No, no, no.

- Sí -dije- Una amiga está por aquí -dije dándome la vuelta un momento, buscando a Kriss entre la multitud.

- Sabes que no hablo de ese tipo de compañía.

Fruncí el ceño.

- Tengo toda la compañía que necesito -dije, fría- Que tengas una buena noche -y me di la vuelta. Yendo de regreso con mi grupo de nuevos amigos. Al final sí tuve ese tipo de compañía. Simple diversión, un amigo de Kriss que me pareció divertido. No estuvo tan mal, y saber que al día siguiente no tenía que madrugar hizo que no me importase perder la noche en otros asuntos.

Aún así, sentía algo extraño. Algo me pasaba, no sabía si era la falta de ir borracha de verdad, el exceso de trabajo o... quizá otra cosa. Aparté ese pensamiento de mi mente cuando llegué a mi apartamento, eran las 9 de la mañana.

Me di una ducha rápida, me tiré sobre la cama y me dormí al instante, con la mente embotada y una extraña sensación que no era capaz de reconocer.

Al cabo de una semana se comunicó oficialmente que Alastor había desaparecido. Vox volvía a estar de buen humor, para mi suerte.