¡No seas egoísta!

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Candy fue al centro de la ciudad que quedaba cerca del trabajo a buscar una tienda donde vendieran ropa elegante, pero no encontraba ninguna.

Iba caminando por la plaza y se encontró a Mara, ella le dijo: Candy, ¿sí encontraste algo para ir al evento?

Candy: No, no he encontrado nada, y ya falta menos de una hora, 45 minutos para ser exactos.

Mara: Pues ¿qué crees? Creo que yo te tengo la solución.

Candy: ¿Cómo?

Mara: Verás, buscaba un abrigo elegante pero, no encontré ninguno, pero sí encontré un vestido muy bonito para la ocasión, y me sobra el vestido y el saco que te dije que tenía listos para el evento. Si quieres te los puedo prestar.

Candy pensó: Pues ya qué me queda, ya no hay tiempo.

Candy: Está bien.

Mara: Pues vamos a cambiarnos, aquí cerca hay unos baños públicos.

Candy: Okey, vamos.

Cuando llegaron a los baños, Mara sacó el vestido y se lo enseñó a Candy.

Mara: Mira, aquí está, ¿qué te parece? ¿Hermoso, no? Excepto por esa mancha.

Candy: ¿Ese es el vestido?

Candy piensa: ¿Ese es el dichoso vestido?

Mara: Sí, obvio.

Candy pensó: Está horrible, no me lo imaginé así.

Candy: ¿No dijiste que estaba carísimo?

Mara: Dije que estaba carísimo no que estaba bonito.

Candy: ¿Y por qué lo compraste si no te gustaba?

Mara: Sí me gustó... el precio. ¡Jaja! Mi novio me lo compró y tenía que aprovechar, era el más caro de la tienda.

Candy pensó: Y yo creo que también el más feo.

Candy: ¿Ah, sí?

Mara: Y mira el que me acabo de comprar ahorita, está bonito, pero es una baratija.

Candy pensó: Al menos luce más caro que este.

Candy: Está muy bonito.

Mara: ¿Sí, verdad?

Cuando Mara se estaba midiendo el vestido, gritó: ¡Ay, no, Candy!

Candy: ¿Qué?

Mara: ¡El vestido no me cierra! ¡Y era la talla más grande en la tienda!

Candy: ¿Cómo no te va a cerrar si estás bien delgada?

Mara: ¿Sabes qué? Dame el que te iba a prestar.

Candy pensó: ¿Es castigo o premio?

Candy: Toma. Y aquí está el saco.

Candy pensó: Tiene razón, no combina nada con el vestido, hasta se ve muy desgastado.

Mara: ¿Sabes qué? ¿Por qué no te mides tú el vestido que compré a ver si a ti sí te queda?

Candy: No creo, tú estás un poco más delgada que yo.

Mara: Eso sí.

Candy: Eeem... Pero ese vestido parece que combina con el saco que traigo puesto, y creo que podría cubrir lo que no me cierre.

Candy pensó: ¡Oh, no!

Mara: Pues ¿qué esperas? Pruebatelo.

Candy pensó: Pensé que me iba a decir que mejor le prestará mi saco... Por poco, que alivio.

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⏰ Last updated: Apr 18 ⏰

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