Creo que sí fue él...

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Candy estaba trabajando en su oficina, cuando de repente alguien tocó la puerta, ella preguntó quién es, pero nadie respondió. Entonces se asomó y vio como lanzaron un sobre color rosa por debajo de la puerta. Ella abrió la puerta pero la persona ya se había ido, y todos sus compañeros se veían concentrados trabajando.

Candy pensó en voz alta: ¿Quién habrá sido? Todos se ven tan concentrados trabajando, hasta Luan.

- A ver, ¿qué dice esto? (Saca la hoja del sobre).

Candy: Dice: Éste sobre es rosa, como tu sonrisa, que es hermosa...

- Mi sonrisa no es rosa... bueno, las encías.

- "Éste sobre es rosa, como tu sonrisa, que es hermosa, cuando la veo siento que vuelo, en mi imaginación, y suspiro por que no te tengo, mi amor."

- ¿Que? ¿Qué es esto? ¿Eso es todo? Y, ¿qué clase de poema es ese? Parece que el que lo escribió está obsesionado conmigo, que miedo. Ay, no, que cosas...

- ¿Habrá sido Gil?

- Es que ni siquiera me imaginó a Gil escribiéndome este tipo de cosas.

- Pero si no es él, ¿quién más podría ser?

- ¿Brian?... No, no lo creo. El parece ser más inteligente y elegante.

- Pero esto no me parece nada elegante. Pero si no fue él y tampoco Gil, ¿quién?...

- O quizás sí fue Gil.

En eso que tocan la puerta.

Candy: ¿Quién?

Gil: Soy yo, Gil.

Candy pensó: Hablando de...

Candy: Pasa.

Gil: ¡Hola, Candy!

Candy: ¿Qué se te ofrece, Gil?

Gil: Ah, te vengo a dejar el diseño de los gráficos de posibles ventas.

Candy: ¿Tan rápido?

Gil: Sí, es que me la pasé trabajando toda la noche.

Candy: Pero si apenas hoy vamos a empezar con el tiempo extra, ¿cómo?

Gil: Ah, es que me llevé el trabajo a la casa.

Candy: ¿Y no te molesta?

Gil: No, ¿por qué habría de molestarme?

Candy piensa: Pues a mí hacer eso me molestaría, y mucho.

Gil: No tengo nada más que hacer.

Candy: ¿Qué? Tú, Gil, un empleado modelo tanto en conducta como en trabajo, ¿no tiene nada que hacer en su casa? ¿Acaso estás bromeando?

Gil piensa: Ay, piensa que soy un empleado modelo. (Conmovido).

Gil: Aaam... Sinceramente no. Bueno, a veces escribo.

Candy piensa: ¿Escribe? ¡La carta!

Gil: ¿Por qué te me quedas viendo así?

Candy: ¿Así cómo?

Gil: No lo sé, como analizándome.

Candy piensa: ¡Jaja! Y todavía pregunta.

Candy: Gil, de casualidad, ¿a ti no te gusta mucho el color rosa?

Gil: De hecho, casi no me gusta el rosa.

Candy pensó: ¿Qué? ¿Cómo que casi no le gusta?

Gil: ¿A qué viene esa pregunta?

Candy: Dices que casi no te gusta, pero te gusta un poco, ¿no?

Gil: Pues, entre otro color y el rosa, creo que escogería otro color. ¿Por qué?

Candy: Ah, por que... Mejor olvídalo.

Gil: No, dime, por favor.

Candy: Pues ya ves que te gusta escribir.

Gil: ¿Y qué tiene que ver el rosa con escribir?

Candy piensa: ¡Wow! O disimula muy bien que no fue él, o de verdad no fue él.

Candy: ¿Cómo qué tipo de cosas te gusta escribir?

Gil: No sé, creo que solo escribo cuando estoy triste, solo escribo lo que siento en ese momento.

Candy piensa: ¿El poema era triste? A ver, ¿qué decía?... (Y miró el poema de manera que Gil no lo viera).

- Y suspiró por que no te tengo... ¿Eso es triste?...

Gil piensa: Ay, creo que ya sé por qué me hace esas preguntas... Le interesa saber sobre mí. (Y empieza a mirar a Candy con cara de enamorado).

Candy sube la cabeza, lo ve, y piensa: Creo que sí fue él. Ay, que cosas... (Le dan escalofríos).








MBTIWhere stories live. Discover now