Tenemos que hacer horas extras...

6 4 0
                                    

Ese día, en la tarde, Candy llamó a todos en la oficina a una junta, les dijo: Chicos, como la señora Florencia ya nos trajo los diseñós, ya podemos empezar ahora sí a concentrarnos por completo a este proyecto en la oficina. Pero por los retrasos que tuvimos, creo que tendremos que trabajar horas extras para poder terminar el proyecto de la señora Florencia a tiempo. Para que nos paguen lo que nos dijeron, ¿qué opinan, chicos?

Gil: Por mí está bien, no tengo problema con eso.

Danny: Ay, no, que flojera, tener que quedarse a trabajar horas extras.

Kim: ¡Ay, sí, que pereza! Mejor en vez de eso prefiero irme al club.

Danny: Yo también.

Candy piensa: ¿O sea que esperan a que les pase algo más grave para entender que está mal ir a esos lugares?

Danna: Ya no vamos a poder ir al antro después del trabajo. (Con voz tristona).

Kim: Ay, ya sé...

Candy piensa: ¿En serio después de todo lo que les ha pasado ?

Danny: Ay, no, aunque lleguemos tarde a la fiesta pero vamos.

Kim: ¡Así se habla, amiga!

Candy piensa: Lo dice la que le dijeron que no sabía ser amiga. ¿A poco ya se reconciliaron?

Lucía: En mi caso, tampoco hay problema.

Nalú: Pues quizás en tu caso no, Lucía, pero algunos tenemos cosas que hacer después del trabajo, como descansar por ejemplo.

Candy piensa: En eso estoy muy de acuerdo.

Doña Blanca: Entonces, ¿tú no estarías disponible, Nalú?

Nalú: No lo creo.

Danny: Pues si Nalú no va a hacer las horas extras, yo menos.

Kim: Y yo tampoco las voy a hacer si no las hace mi amiga Danny.

Danna: Y, ¿si las hace tu amiga Danna, sí?

Kim: ¿Tú sí te quieres quedar a hacerlas?

Danna: No, tampoco.

Kim: Ah, ¿ya ves?

Don Pablo: ¿O sea que se puede escoger si queremos quedarnos las horas extras o no?

Candy: Buena pregunta, don Pablo. En realidad... ustedes aceptaron realizar este proyecto en no más de 4 meses. Así que prácticamente aceptaron hacer las horas extras que eso implicará. Y ahora, con más razón es necesario que hagamos horas extras por el retraso de la entrega de los diseñós.

Gil: Por eso digo que yo no tengo problema.

Kim: Bueno, nosotros aceptamos, entonces hay que hacerlo, ¿no, Danny?

Danny: Pues ya que.

Brian: Eh, Candy, yo tengo ocupadas varias tardes, tengo cosas que hacer y no puedo quedarme.

Doña Blanca: Ay, no, aquí no hacemos excepciones eh, muchacho.

Candy: Entiendo a Brian porque yo también tengo cosas que hacer.

Candy piensa: Y seguramente mucho más importantes que la mayoría aquí.

Brian: Entonces, ¿qué podríamos hacer, Candy?

Candy: La única solución sería venir los sábados.

Kim: ¡Ay, no, los sábados si no, eh! Ese día por lo general amanecemos bien crudas.

Danny le dice a Kim en voz baja: ¡Ya, no nos expongas, Kim!

Kim: ¿Qué?, ¡es la verdad!

Doña Blanca: La juventud de ahora, ay, no.

Candy piensa: No todos los jóvenes somos iguales.

Don Pablo: Eso resérveselo mejor, señorita, ¿no?

Kim: Yo soy muy sincera.

Candy piensa: Más bien, sincerista.

Lucía: Sí, creanle, ella es muuuy sincera.

Kim: Exacto, ¡y aunque les duela!

Candy piensa: A la que le debería de doler es a ella.

Candy: Bueno, chicos, entonces, ¿todos están de acuerdo en que vengamos los sábados a trabajar?

Kim: Candy, en serio yo no puedo los sábados.

Danny: Ni yo.

Danna: Yo tampoco.

Candy piensa: Sí, ya me imaginó por qué.

Candy: Y, los demás, ¿pueden?

Gil: Yo no puedo ese día, Candy.

Doña Blanca: Yo tampoco puedo venir a trabajar ese día. Aparte, ese día vienen mis hijos y mis nietos a visitarme.

Candy: ¿Y usted, don Pablo?

Don Pablo: Lo siento Candy, yo solo puedo entre semana.

Candy: Entonces, ¿cómo le vamos a hacer?

Brian: Candy, porque mejor los que sí pueden quedarse a trabajar entre semana sí lo hacen así, y los que podemos en sábado venimos en sábado.

Candy: Buena idea, Brian, buena idea...

Candy piensa: Pero yo tendría que quedarme en las tardes y todavía venir los sábados para supervisarlos y no puedo, de verdad no puedo, y tampoco quiero.

- Ya veré cómo lo solucionó, quizás pongo a Gil a que los supervise los días que no pueda quedarme entre semana.

Candy: Okey, entonces vamos a hacerle así, ¿todos están de acuerdo?

Casi todos menos Luan, dicen: ¡Sí!

Candy: Luan, ¿tienes algo que decir?

Luan: Sí. (Con tono de fastidio, y después rueda los ojos).

Candy pensó: Ay, este Luan.


MBTIWo Geschichten leben. Entdecke jetzt