Deal-Breaker -Ron Weasley

15. Mañana siguiente

El sol brillaba intensamente en la habitación de Ron mientras mis ojos se abrían. Al principio, no podía recordar por qué estaba tan feliz.

Entonces me acordé de anoche.

Me volví para ver que Ron ya se había levantado de la cama. Debe estar abajo desayunando con todos los demás.

Me vestí en pijama, no quería ser demasiado sospechoso, y rápidamente bajé las escaleras para unirme a todos. Todavía tenía esa estúpida sonrisa en la cara. Parece que no podía borrarla.

"¡Bueno, alguien se despertó en el lado derecho de la cama!" Exclamó Hermione, inspeccionando mi sonrisa mientras tomaba un sorba de su jugo de naranja. "¿Dormiste bien?"

"Genial." tarareé, tomando asiento a su lado. Eché un vistazo a la cocina para encontrar a Ron, pero no había señales de él ni de Celeste. Probablemente estaba hablando con ella. "Ginny, ¿podrías pasar el jugo?"

Ginny se acercó lentamente para entregarme la caja de cartón mientras me miraba sospechosamente al mismo tiempo. "¿Por qué tan alegre? Sabemos que no eres una persona mañanera."

Me encogía de hombros, no estaba del todo listo para revelar la noche de pasión de Ron y la mía de la noche anterior. "No hay razón."

Fred también me estaba mirando entrecerrando los ojos, tratando de averiguar qué había pasado. "No, ha pasado algo. Hay algo... diferente en ti."

"¡No pasó nada!" Exclamé, pero mi sonrisa definitivamente lo regaló.

"Dios mío." dijo Fred, inclinándose hacia atrás en su silla y golpeando las manos contra la mesa en voz alta. "Ustedes dos se han estado acostando."

"¿Qué?" Todos exclamaron, incluyéndome a mí, al mismo tiempo.

"¡No, no lo hicimos!" Lo negué, todavía sonriendo de oreja a oreja.

"Oh, lo hiciste totalmente." dijo Ginny, inclinándose hacia atrás en su asiento y doblando los brazos sobre su pecho a sabiendas. "Tienes ese... brillo."

"¡No lo hicimos!" Exclamé, tomando un sorbo de mi jugo para ocultar el color que se precipitaba en mis mejillas.

"¡Apuesto a que Ron también lo tiene!" George añadió, sonriendo de oreja a oreja.

En ese monto, Harry comenzó a asfixiarse con sus panqueques. "No hay manera."

Hermione se volvió hacia él con orgullo. "Me debes cinco galeones."

Harry metió la mano en su bolsillo de mala gana y le arrojó el dinero, poniendo los ojos en blanco.

"¿Apuestan a que nos reunamos?" Pregunté con incredulidad, poniendo mi taza sobre la mesa.

"Así que lo admites..." George dijo. "Tú y Ron... ya sabes..."

Miré a mi alrededor a la cara de todos, todos ellos ansiosos por escuchar mi respuesta. Pensé que todos se enterarían de ello con el tiempo.

"Sí." admití, mirando mis manos sobre la mesa. "Lo hicimos."

"¡Muy bien!" Fred y George exclamaron, con un alto nivel. Hermione, Harry y Ginny también se sonrieron el uno al otro antes de volver a mirarme.

"Entonces, ¿están saliendo ahora?" Preguntó Hermione, inclinándose hacia adelante en el borde de su asiento.

"Sí, ¿los dos empataron por la apuesta?" Harry intervino.

"Para ser honesto, no tengo ni idea." suspiré, extendiendo la mano para frotarme la parte posterior del cuello. "Dijo que hablaríamos por la mañana. Es que aún no lo he visto."