Deal-Breaker -Ron Weasley

5. Consejo para la primera cita.

"¡Oye, t / n!" Dean llamó, corriendo para alcanzarme en el pasillo mientras me dirigía a mi tercera clase del día.

"Hola Dean." respondí.

"¿Estás libre hoy después de la escuela?" preguntó, y yo sonreí. "Estaba preguntándome si querrías salir a comer. Ya sabes, ya que vamos al baile juntos, podemos llegar a conocernos mejor." Le sonreí.

"Eso suena genial."

"Impresionante." respondió, sonriéndome. "¿En las tres escobas después del colegio? Puedo verte en tu habitación."

"Perfecto." gorjeé, y él saludó antes de correr hacia adelante.

———

"¿Qué estás haciendo?" Preguntó Ron, renunciando por completo a tocar y anunciando su presencia en mi habitación una vez más.

Me quedé allí con mi vestido de encaje blanco, revisándome en el espejo que colgaba de mi pared. "¿Cómo se ve esto?" Pregunté, volviéndome de un lado a otro.

Ron se paró detrás de mí mientras estudiaba mi apariencia, su intensa mirada haciéndome sonrojar. "¿Para qué te estás vistiendo?" preguntó, sin tomar sus ojos fuera de mi reflejo.

"Dean me va a sacar." me encogí de hombros.

"¿Donde?"

"Tres escobas."

"Agradable."

Empujé mi cabello detrás de mi oreja y me estudié más en mi reflejo. "No lo sé. ¿Qué les gustaría ver a los chicos en un tipo de cosas de 'primera cita'?" Pregunté, sin dejar de girarme para ver cómo me veía desde diferentes ángulos.

Ron se mordió el labio mientras pensaba en ello. "Date la vuelta." dijo, agarrándome del hombro y haciéndome girar para mirarlo. Me miró de arriba abajo, y sentí que me calentaba por su mirada. "Necesitas mas."

"¿Más?" Repetí, levantando mis manos en confusión. "¿Mas que?"

Ron se acercó a mi tocador y abrió el cajón superior, buscándolo locamente. Comenzó a tirar prendas de ropa imprudentemente cuando le di una palmada en la muñeca. "¿Qué estás haciendo?" Lloré.

Sus ojos se posaron en mi pecho y enarcó una ceja. "¿Llevas puesto un sujetador?"

Su pregunta me sorprendió. Cuando le pregunté qué pensaba de cómo me veía, definitivamente no esperaba que respondiera con eso. Inmediatamente me crucé de brazos, su franqueza me hizo inseguro. "¿Qué tiene eso que ver con esto?"

"Solo responde." suspiró, como si estuviera harto de mí. "¿Estas usando un sostén?"

"¡Sí!" Exclamé, dándome la vuelta para darle la espalda. "Lo estoy. Ahora, ¿qué tiene eso que ver con nada?"

"¿Tienes un sostén que les gusta ... los resalta más?"

Nota mental: nunca le preguntes a Ron cómo me veo.

"Dios mío, lárgate." dije, poniendo mi cara en una mano y señalando la puerta con la otra. "Sal ahora mismo."

"No, hablo en serio." gritó, empujando mi brazo hacia abajo con desdén y continuando abriendo y cerrando varios cajones. "¿Sabes de lo que estoy hablando, verdad?"

"¿Como ... un sujetador push-up?" Pregunté vacilante, conociendo a Ron y su yo obstinado nunca se daría por vencido.

"¡Sí!" gritó, volviéndose hacia mí. "Usa uno de esos."

"¡No!" Respondí, cerrando todos los cajones que había abierto y parándome frente al espejo una vez más. "Olvida que te lo pedí. Eres terrible."