Palabras mudas. ||Tobirama Senju||Madara Uchiha|| xOc female

11.- El temido Clan Fukushima

Inoyumi dio marometas en reversa tratando de escapar el papel bomba que Madara le había lanzado mientras él la perseguía. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, se detuvieron en un árbol distinto cada uno.

— Nuestra situación va de mal en peor.

— Ni me lo digas. —respondió Inoyumi jadeando de cansancio— El otro día Tobirama se percató de que nuestro clan es el que menos bajas ha tenido en los últimos años, cuando menos nos demos cuenta habrá descubierto que son los escuadrones que se enfrentan a ti los que salen heridos, sacará conclusiones.

— ¿Cómo fue qué se dio cuenta?

— Me ayudó a revisar los expedientes. Madara... Tobirama me confesó sus sentimientos. Te dije qué fingir qué era él la persona de la que estoy enamorada iba a salir mal.

— Déjalo soñar, ni en sus mejores sueños va a conseguir algo. Pero, me refería otra cosa.

— ¿Otra cosa?

— Izuna ya sabe que eres tú.

— ¿Qué? —por un momento creyó que su corazón dejó de latir— ¿Cómo se enteró?

— Mi padre dijo que tenía que buscar esposa, me rehuse, les dije que estaba enamorado de otra persona y bueno, Izuna es mi hermano, me conoce mejor que nadie.

— ¿Qué piensa hacer?

— Aún no me lo ha dicho, pero dudo mucho que me delate.

Inoyumi miró a Madara, los dos estaban profundamente preocupados, y su mirada detonaba lo triste que estaba.
Quiso saltar a un lado de él, iba a arriesgarse a que los vieran, pero moría de ganas de abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que lo amaba. Pero no fue posible, Hashirama llegó de quién sabe dónde impactándose con él.
Entonces volvió a su personaje.

— ¡Hashirama!, ¡me separé de Tobirama!

— ¡Yo me encargo de Madara!, ¡Tobirama fue por el Noroeste!

Inoyumi siguió la dirección que Hashirama le indicó, al llegar al río se encontró con Tobirama tirado cerca de caer y completamente inconsciente.
Se acercó a él sin asegurarse de que el enemigo no estuviera cerca y comenzó a curarlo.

— ¿Por qué lo ayudas? —conocía bien esa voz, más nunca pensó que le hablaría tan tranquilo.

— Sigue siendo mi aliado.

— Si lo dejas morir nadie se dará cuenta de que fuiste tú. Senju Tobirama murió a manos de Uchiha Izuna, suena normal, ¿no lo crees?

— No puedo dejarlo morir.

— ¿Por qué estás ayudando? No. ¿Por qué estás salvando al asesino de tu hermano?

— Tú estabas ahí. —Inoyumi dejó de curarlo y miró a Izuna— ¿Fue con intención de matarlo?

— Sí. Tobirama mató con alevosía y ventaja a tu hermano. Ven con nosotros. Danos información de los Senju, su ubicación, sus secretos, algo valioso para acabar con ellos. En una noche el Clan Senju será total y completamente aniquilado.

— ¿Y mi gente?

— Los Yamanaka saldrán limpios, también tus tres alianzas.

— Los Uzumaki no me importan. Sólo... Sólo los Nara y Akimichi.

— Te lo prometo. Pero estarás consciente de que Hashirama también se irá entre ellos. La guerra acabará, la muerte de tu hermano será vengada y tú y Madara podrán casarse, tener hijos y cumplir el patético sueño de una aldea.

Inoyumi saltó al árbol dónde Izuna la miraba con desdén, pensando en que la aventura de su hermano había sido ventajosa.
Se quedaron así, pensando en sí esa sería la decisión correcta. De la nada, un kunai se clavó en la pierna de Izuna, Tobirama estaba medio sentado y lo miraba con rabia.