Palabras mudas. ||Tobirama Senju||Madara Uchiha|| xOc female

01.- Tobirama y Madara

Los tres grandes líderes de su alianza se encontraban reunidos en el salón de la residencia Nara, a decir verdad, aún eran jóvenes pero sus hijos tenían que comenzar a involucrarse en sus asuntos.

— He elegido a los Senju cómo aliados. —el líder Akimichi habló.

— Al igual que yo, creo que son primordiales para la batalla. La guerra día tras día empeora, escuché que recientemente perdieron al miembro más joven de su familia principal.

— Su nombre era Kawarama. —Shikarai Nara le susurró.

— Entonces hemos de rechazar la alianza con los Uchiha. —su padre se puso de pie— He de admitir que quería aliarme con ellos, pero mis principales aliados son ustedes, esto es mayoría de votos. Mañana mismo nos reuniremos con su líder.

— ¿No crees que es necesario qué Butsuma nos acompañe? —Chōdai se puso de pie.

— No, Tajima Uchiha no es un salvaje.

— No lo sé. Creo que debemos ser precavidos. —insistió Shinju.

— ¿Y si le envían una carta? —Inoyumi, la hija mayor de Inokano y heredera al Clan Yamanaka finalmente habló llamando la atención de los líderes y sus primogénitos— Lo siento, no debí hablar sin permiso.

— Eres mi hija, la próxima líder, haces bien en imponer tu voluntad. Sigue hablando.

— Envíen una carta al Clan Uchiha, expresen que ha sido un acuerdo y ya. —dijo firme— No es tan complicado. Sé que la guerra nos ha arrebatado mucho, pero es necesario aliarnos con los únicos que pueden hacerle frente a un Clan cómo el Uchiha. Ninguno sabe la ubicación de nuestros terrenos, no pueden atacarnos.

Los líderes se miraron entre sí, Inoyumi era sólo una niña de 10 años que aunque estaba preocupada porqué muy pronto iría a la guerra pero seguía siendo una niña y había dicho algo tan obvio pero cierto, a diferencia de ellos no estaba estresada y había encontrado la solución de sus problemas en lo más simple.

Al volver a casa, su madre ya los estaba esperando con la cena y sus dos hermanos menores, su familia estaba feliz y en silencio deseaba que así fuera siempre. Se preguntó si alguna vez la guerra acabaría.

— Inoyumi nos dió la solución para tratar con los Uchiha. —mencionó su padre.

— ¡Es que nuestra hermana mayor es una genio! ¿Verdad, Ino? —le preguntó a su gemela.

— Claro que sí. De grande quiero ser igual que ella.

— Estoy segura de que serás mejor que yo. —le sonrió.

— ¿Y cuál es la solución? —cuestionó su madre.

— Mh, te lo diré luego. —respondió vergonzoso— Pero mañana iré a encontrarme con Butsuma, Shinju y Chōdai van a acompañarme.

— ¿Puedo ir contigo?

— Preferiría que te quedaras en casa.

— Si voy a heredar el clan y pronto iré a la guerra creo que tengo que comenzar a relacionarme con su gente, ¿no?

— Inoyumi tiene razón, cielo. —le apoyó su madre.

— Vendrás conmigo, vas a conocer a los hijos de Butsuma, pero no estarás en la reunión, aún no. Eres todavía una niña y aunque necesitamos que te conviertas en una mujer fuerte, todavía no es tiempo de corromper tu inocencia con estrategias de guerra. —le acarició la mejilla— Cuando termines de cenar quiero que vayas a la cama y descanses.