Han | ONE PIECE. Roronoa Zoro

RASTRO DE PLUMAS

Llevaban días navegando y Zoro lo único que hacía era ver al frente, tratando de observar tierra a lo lejos, al borde del mar y a través del cielo... Nadie se atrevía a decirle algo, como que debería descansar o tratar de comer.

Nami se mantenía fijando el curso, la isla Baird era lejana, pero tampoco sabía cómo iban a entrar, por lo que escucho cuando estaba haciendo los mapas para Arlong, este le dijo que la isla de las personas pájaro era extraña, ya que se alejaba de ellos, además de que en los mapas la rodeaba una línea negra en los bordes, como si fuera importante resaltar su playa.

—¿Ya casi llegamos?—preguntó Luffy caminando a donde estaba Nami inspeccionando el mapa

—Tal vez en unas horas, pero apenas está amaneciendo así que... Llegaremos cuando todavía haya luz—contesta Nami sin dejar de ver el mapa. —me preocupa este borde rojo...

—¿Por qué?—le pregunta el capitán viendo el mapa.

—Ningún mapa que haya visto lo tiene—responde para después ver al frente. —Me preocupa que haya alguna especie de muralla o acantilado...

—O que sea una isla flotante...—comento Luffy ganándose la atención de Nami. —¿Qué? Son pájaros, los pájaros vuelan... Para mí tenía sentido.

Luffy después de unos segundos solo sonríe y baja a la cocina, mientras que Nami se queda pensando en sus palabras. Tenía sentido una isla flotante, por lo que... ¿Cómo entrarían si no pueden volar?
Sacudió la cabeza, estaba sobre pensando, podría no ser eso...

—¡Tierra!—escucha la voz de Zoro.

—¡Adelante hay algo!—grita Usopp del otro lado.

Nami va al frente del barco para ver la sombra tenue de la que podría ser la isla Baird. Calculo la distancia, y las posibilidades eran certeras, habían encontrado la isla de Han.

—Preparence, vamos a tener una travesía agitada—les dice Luffy.

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Pasado

Cada vez que el barco se iba, sentía un inmenso terror... El nuevo capitán no era una persona malvada, pero tampoco le gustaba estar cerca de él, sin embargo... En su presencia los demás no eran crueles con ella, al menos intentaban ser amables, pero una vez que los ojos del capitán la dejaban alguien está listo para escupirle en la cara.

—¡Lily!—le grita alguien detrás de ella. Era Tsu, lo sabía. Ella siempre estaba dispuesta a hacerle la vida imposible. —¿Lista para tu lección de vuelo?

—Hoy no tengo ganas, Tsu.

—No tienes otra opción, Lily... Ya tienes 9 años y no puedes transformarte. ¿No te da vergüenza?—le pregunta haciendo que Han volteara a verla.

Tsu se estaba acercando mucho. Los pies descalzos de Han se arrastraron para alejarse de ella, pero la mirada de Tsu le dijo que no se iba detener.

—¡Tsu-Jara!— escucha la voz de  Hao-Rose, la chica iba a dónde estaban ellas. —Dejala, si el capitán se entera...

—¿Y quién le va a decir? ¿Tu?—le pregunta para después darle un empujón a Hao y así alejarla. —Han-Lily necesita que le ayuden a emprender vuelo.

Tsu se aproxima a Han con intensión de lanzarla por el acantilado, Hao fue rápida y la detiene antes, pero está no estaba dispuesta a ceder y sigue intentándolo. Las tres forzajean haciendo un escándalo terrible, muchos de los niños aprendices fueron a ver la pelea.

—¡Detenganse!—les grita Lou detrás tratando de pasar. —¡Se van a lastimar!...

Qian fue y apoyo a Tsu mientras que Lou fue a apoyar a Hao, aunque pudieron haber sido diferentes las cosas, estaban muy a la orilla...

Los demás eran mayores que ella, un año o dos...

Han resbaló del acantilado mientras todos se amontonaban tratando de tomarla de la mano y cuando finalmente cayó, solo Hao, Luo... Incluso el tonto de Cho se transformaron en sus aves para tratar de ir por Han...

—¡Transformate!—escuchaba del risco. Le pedían que se transforme, pero ella no podía.

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La tripulación del sombrero de paja veía arriba, el Merry se había estampado en unas rocas. No era una isla flotante, era una isla sin playa y demasiado alta como para escalar, una montaña extrañamente inclinada.

—¿Cómo vamos a subir?—preguntó Usopp apuntando hacía arriba.

—Con un par de cuchillos podría escalar—dice Zoro y cuando estaba a punto de ir a la cocina Sanji lo detiene.

—No toques mis cuchillos—le dice.

—No se preocupen, tengo una idea. Seré una catapulta, todos se abrazan a mi y...

—Eso suena peligroso...—dice Usopp mientras Luffy tomaba vuelo.

—Muy bien, sería una resortera entonces—corrige sin entender el punto de Usopp.

—Si es la única manera, hay que hacerlo—dice Zoro siguiendo a Luffy.

—Si nos matas, mi fantasma te seguirá por el resto de tu vida—le advierte Nami yendo a dónde estaba.

Luffy estira sus brazos buscando a dónde sostenerse en ese risco. Cuando ya estaba listo todos se sontienen de él, algo inseguros, pero listos para lo que fuera a pasar.

—Gomu, Gomu...

—Solo lanzamos, ¿Quieres?—le dice Zoro. Luffy puso en marcha su plan y en poco tiempo estaban sendo lanzados por los aires.

Pasaron el risco y aterrizaron en césped verde, no se pie claro... Adoloridos por la caída, proceden quejándose.

—Funciono—dice Luffy levantando los brazos.

—Felicidades—contesto Zoro girando para empezar a levantarse cuando una sombra lo intercepta.

Esa silueta, esa manera en la que caía la yukata. Por un segundo fue feliz al pensar que la dueña de esa sombre era Han, pero al voltear y verla en persona hizo que su sonrisa se desvaneciera.

Era una chica de mirada afilada, yukata roja y cabello negro como la tinta, estaba sería viendo a los invasores. Cuando Zoro dirige la mirada a los pies de la chica nota el grillete... No sabía se era peligrosa, así que toma el mango de su espada por precaución.

—Ho... Hola—dice Luffy atónito. La chica no tenía esa vibra psicópata de las otras, ella trasmitía calidez y tranquilidad que paralizó a todos.

—¿Quienes son ustedes y como entraron aquí?—les pregunta la chica roja con el ceño fruncido.

Nami ve a su alrededor y nota que detrás de ella y un poco más allá habían niños pequeños escondidos detrás de un pilar de mármol viejo. Los tres niños tenían grilletes en los tobillos al igual que Han, igual que la chica de rojo frente a ellos...

—Vinimos a visitar...—Dice Usopp al notar que nadie decía nada. —, la isla Baird es un lugar poco registrado en los mapas, no sabe lo difícil que fue encontrar este lugar.

—¡SI! de hecho, soy cartógrafa y sería un honor para mí y para mis amigos, conocer la isla—dice Nami.

Todos pusieron buena cara, incluso Sanji se guardo sus comentarios sobre la belleza de la chica para no hechar a perder el plan, el único que no cooperaba era Zoro que seguía con su mala mirada y posición amenazante.