EBRIA

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Han no odiaba sentirse tan mareada. Era una sensación tan relajante que parecía estar entre las bellas nubes del mar del sur. Extrañaba el sur, brisa frezca... ¿O le gustaba más el norte? ¡No! ¡Todo menos que el Oeste!

Usopp al parecer le gustaba bailar, era un buen bailarin. Han no podía ponerse de pie, sabía que se iba a caer si trataba de al menos caminar.

—Parece gusano, míralo—le dice Han a Nami que tenía a un lado.

—Quien fuera él, parece que no le importa nada...—comenta Nami como respuesta.

Han iba a agacharse para tomar otro vaso cuando Nami la detiene.

—¡Ah, Nami!

—Ya estás muy borracha, Han. No voy a dejar que sigas bebiendo—le dice Nami alejando la botella.

—No estoy tanto, te lo prometo—le dice Han recargándose en ella. —Si estuviera borracha, ¿podría convertirme en pájaro? Mira esto.

Han se puso de pie un poco y extiende sus brazos, con los ojos cerrados se mantiene ahí un segundo.

—¿A que hora te convertirás en pájaro?—pregunta Zoro.

—Ya soy, ¿no?—dice y así abre los ojos y ve su cuerpo dándose cuenta que no había cambiado nada. —¡Maldición!

—A la cama, anda... yo te llevo—le dice Zoro poniéndose de pie.

—Pero si no estoy mal. Lo prometo—le dice Han viéndolo. Se estaba balanceando un poco y Zoro la toma del brazo para darle estabilidad.

—Te estás balanceando...

—Solo estoy poquito mateada y ya—dice Han agarrándose del brazo de Zoro. —Escucha. Quédate... yo puedo regresar sola.

—¿En serio?—le pregunta Nami y Han asiente. —¿En que dirección está el barco?

Han con paciencia ve a su alrededor y con seguridad apunta a un lado. —Por allá. Buenas noches...

Cuando estaba por irse Zoro la agarra de la mano y la guía al otro lado.

—Y yo soy el que no tiene orientación. Vamos Han. La llevaré Nami, cuida a Usopp—le dice Zoro para después irse con Han de la mano.

§

En el camino, paso de tomarla de la mano para literalmente cargarla. No pesaba nada...Zoro no sentía el peso de Han, ni siquiera cuando se estaba moviendo tanto. Saludaba a todos y les decía que era la favorita del capitán, cosa que Zoro no entendía...

Caminó hasta el barco y vio con alivio las habitaciones. —Han, te llevare...

—Zoro—le dice y acerca sus labios a su oído para susurrar. —Yo era la favorita del capitán.

—Si, ya te escuche—le dice entrando a la habitación que le habían dejado para acostarla en la cama.

—Yo era la favorita del capitán—murmura viendo a todas partes y después se detiene en Zoro. —Hasta que deje de ser la favorita.

—Estás hablando de más, duerme. Te hará bien—le dice Zoro ayudándola a quitarse los zapatos. La cubrió con la manta mientras esta se tallaba los ojos.

—¿Sabias que soy reemplazable?—le dice Han cuando la mirada de Zoro quedo clavada en la de ella.

—¿De que hablas?—pregunta Zoro frunciendo el ceño.

—Soy muy reemplazable—le dice mientras se le ponen los ojos rojos. Dicho eso, Zoro se sienta en la cama, no despega la mirada de ella, quería escuchar todo lo que tenía que decir. —Soy solo un pájaro más en el árbol...

—Duerme. Mañana te dolerá la cabeza—le dice quitándole los cabellos rebeldes de la cara haciendo sonreír a Han.

—No me quiero ir, Zoro—le dice Han viéndolo mientras se le borra la sonrisa. —Quiero quedarme...—Aunque sonreía estaba sonriendo.

—Quédate entonces. Quédate recostada aquí, y no te muevas—dice Zoro. Cuando estaba por levantarse Han lo agarra de los brazos

—No te vayas. Quédate tú también—le dice con los ojos cerrados.

—Han...

—¿Eres mi novio o no?—le pregunta bromeando.

Zoro veía detenidamente a Han. Aunque olía a alcohol, no era abrumador. Se sintió mal cuando se dijo en su mente  que le gustaba ese olor. No se atrevió a confirmar o a negar nada... era una broma, ¿no?

No sabía si era vergüenza o simplemente le sorprendió la pregunta. Pero no podía quitarse de la mente lo ansioso que se sentía mientras el mesero y Han hablaban. Nervioso como si le fueran a arrebatar algo, sentía tal desesperación de lo familiar que hablaban que se sentía hechando a un lado, invisible... ni siquiera ella le presentaba atención mientras hablaba con otra persona.
Estaba consciente de que no eran novios, más que consciente de que ella no le pertenecía, no era un objeto del que podía disponer, lo sabía... pero, no le gustaba que otra persona se le acercara de esa manera.

Estaba abrumado. No le pasaba eso cuando Han hablaba con Luffy o con Usopp. Todo eso solo lo sintió cuando él le habló.

—¿Zoro?—lo llama haciendo que sus pensamientos se fueran dejando su mente en blanco. —¿Porque me miras tanto?

Zoro no contesto. Solo bajo un poco el rostro siendo guiado por puro instinto tras limpiarse su mente. Estar tan cerca del aliento embriagador de Han lo impulsó para besar a la chica.
Solo fue un toque en sus labios, solo bastó ese pequeño contacto para que Zoro se alejará de inmediato. ¿Que estaba haciendo? Estaba ebria, no poseía esa autoridad para tomar decisiones. Pero estuvo más que confundido cuando Han lo toma del rostro y lo guía al de ella.

Besar a Han de esa manera le hizo sentir que su corazón bombeara con fuerza. Los labios de Han eran suaves, delicados y por alguna razón fríos. Fueron de rápido llegando a desesperados por seguir besándose, hasta la lentitud y delicadeza de sentir la calidez corporal de otra persona. Los movimientos de Han se hicieron más lentos y floja, ella ya no estaba participando, Zoro lo finaliza, pero no puede alejarse de la piel de Han, amaba ese sabor tan característico de esa chica que se volvía adictivo el contacto. Así que solo se queda ahí sintiendo la respiración de Han en su cara.

Han se había quedado dormida besando a Zoro.

Han | ONE PIECE. Roronoa ZoroWhere stories live. Discover now