Han | ONE PIECE. Roronoa Zoro

PRUEBA

Han estaba en conflicto. Ni siquiera se pudo cambiar a sus antiguas prendas, el mapa estaba enfrente de ella... Pero no podía tomarlo e irse. Paralizada, da un suspiro y toma el cilindro con fuerza y determinación a lo que iba a hacer. Cruzó la puerta y fue a la habitación de Nami, incluso ensayo sus disculpas cuando abre la puerta de la navegante y sonríe esperando que su sonrisa iba a calmarla.

—Nami, sé lo que parece y lamento decirte que es exactamente lo que... ¿Nami?—dice Han cuando se detiene y ve a Nami empacar. Estaba considerablemente enojada y asustada.

—¿Te vas a explicar?—le pregunta caminando a ella y tratando de tomar el mapa de sus manos cuando Han fue más rápida y la alejó de ella.

—Iba a decirte que era exactamente lo que parece, ¿tu te vas a explicar?—le pregunta mientras que Nami se queda viéndola. —¿Y bien?

—Dijimos que sin preguntas—responde Nami.

Han no accedió en un principio. Pero sabía cómo identificar la desesperación en cualquier parte. Han relaja sus hombros y le da el mapa que Nami vacila para tomar.

—¿Me lo das así nada más?—le pregunta Nami viendo el mapa.

—Tenía mis razones, tú tienes las tuyas—contesta Han seria.

—Vi lo que estaban a punto de hacerte Buggy por no entregar un mensaje.

—Sé perfectamente que clases de castigos implementa el capitán... Lo único que puede hacerme es meterme a una jaula, o no dejarme salir unas semanas...—habla Han dándole una pequeña sonrisa. —Estaré bien

—Han, yo...

—Nami no necesito que te preocupes. Es la primera vez que siento que estoy tomando una buena decisión para mi. Tal vez ya no tenga lugar en este barco, pero ya me harte de este grillete...—le dice Han sonriendo.

Nami de forma lenta la abraza un poco antes de despedirse. Han estaba medianamente feliz. Podía ser una buena o mala decisión, no lo sabía con exactitud. Llegó a su habitación dándose cuenta que estaba por amanecer. El enfrentamiento de Zoro con Mihawk estaba por realizarse... le daba un poco de miedo.

Espero unos segundos más para salir, no quería encontrarse a nadie en ese momento, sospecharían de que algo estaba mal en ella. Cuando la luz estaba ahí recobró sus fuerzas. Tomó su yukata y salió para darse cuenta que ya no había nadie.

Al salir ve un par de sombras feroces al pasar arriba de ella. Sabia que eran sus compañeras mensajeras.

—¡Han-Lily!—escuchó detrás de ella para después ser empujada. Fue tan violento que terminó en el suelo.

Apenas se pudo levantar cuando un pie encima de ella la obligó a quedarse en el suelo.

—¿Quién te crees que eres!—le pregunta Tsu mientras le impide levantarse.

Han levantó la mirada para ver a Bo sería y a Qian sacando su espada de punta negra. Ambas estaban viendo enojadas a Han.

—Te di una oportunidad y tu la arrojaste como basura—le dice Tsu.

—Esa no era una oportunidad...

—¿Ye atreves a hablar en ese tono?—pregunta Qian apuntándola con su espada. —Eres una vergüenza...

—Le diste el mapa, ¡Y ni siquiera dudaste!—grita Bo. —¡Ya lo tenías Lily!

—¿Acaso no vas a hablar!—le pregunta Tsu gritando enojada. —Te recuerdo que el capitán Rea ya no está...—Tsu toma del cabello y la jala para que levantara la mirada. —Estás sola. Lo único que te permite vivir es la lastima del capitán Gruia.

—Él nunca las va a dejar entrar a su tripulación, aunque le entregáramos el mapa... Gruia odia las aves pequeñas—les dice Han.

—Solo porque estos lunáticos te dejaron quedarte piensas que les interesas—dice Bo casi burlándose de ella. —Tienen a su tirador, su navegante... un primer oficial, ¿porque querrían a una mensajera?

—Eres útil para el capitán, Han. No desperdicies tu oportunidad—le dice Qian en cuanto Tsu la suelta.

—¿de que hablas? No tengo ninguna—dice Han levantándose como puede.

—Entonces lo haremos a las malas—habla Tsu mientes estaba a punto de atacarla.

Han esquiva el ataque de Tsu pero llega Bo a atraparla con sus brazos.

—¿No es romántico? Tu y Zoro combaten al mismo tiempo...—le dice Bo.

—Pero nadie va a verte a ti sangrar—le dice Qian estando a punto de partirla en dos.

Antes de eso Han se transforma en pájaro y vuela alto.

—¡Tras ella!—grita Tsu. Bo y Qian se transformaron en aves para seguir a Han.

El ave de Qian era más grande que ella, alcanzó a rasguñarle la espalda, no obstante... ella no dejó de volar. Lucho en el aire contra las tres como puso hasta que se dio cuenta que la pelea de Zoro y Mihawk se terminó, Zoro estaba en el suelo.

Estaban en el aire cuando Bo se vuelve humana y atrapa con sus manos a Han.

—¡Volveremos con el capitán y le explicarás tu desastre!—le grita Bo para cuando Han se vuelve humana también y sale de las manos de Bo.

—¡No!—le grita Han tomando a Bo del cuello, sacó su abanico tratando de atacar a Bo, pero Qian va y golpea con sus pies a Han alejándolas.

Estaban a punto de caer al agua cuando se vuelven a transformar en aves y volar alejándose una del otra.
La perseguían con ferocidad hasta que Han encontró una ventana abierta de Merry y logra escabullirse dentro, estaba consciente de que había personas y ellas no se arriesgarían a enfrentarse a toda la tripulación.

Cuando el cuerpo humano de Han cayó al suelo el primera en gritar fue Usopp.

—¡Han también se muere!—grita Usopp.

—No es verdad—le dice Han levantándose pasando a un lado de él.

—Han te sangra la espalda—le dice Usopp tratando de detenerla.

—Puedo caminar sola...—le contesta Han sin importarle las miradas de horror que le daban Nami y Usopp. —¿Zoro?

Estaba tendido en la barra de la cocina, con sangre en el pecho y con un terrible aspecto.

—Han, estás sangrando, ¿que te paso?—le habla Nami. Estaba ahí ejerciendo presión en la herida de Zoro. Estaba consternada, Han sabía lo que ella estaba suponiendo.

¿Ese fue su castigo por entregarle el mapa? Creyó que pensaba, pero Nami no tenía idea de que ese solo era el comienzo.

—No importa—entre sus preocupaciones, las heridas que tenia no las sentía, solo veía a Zoro inconsciente y su pecho se hacía pequeño. —No importa ya...

Han puso con delicadeza su mano en la frente de Zoro y con la otra ayudo a Nami a ejercer presión en la herida. No pudo evitar llorar al verlo así.
Han no pudo llegar a su encuentro contra Mihawk...

—Ey, Han—La llama Nami. —Luffy fue a buscar un doctor, seguro lo encontrara.

—Eso deseo Nami...—habla Han sin dejar de ver a Zoro.