DAÑADA

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Han no tenía sus cosas, ni siquiera un arma más que la copa que tenía a un lado. Solo podía confiar en que adoro podría con el trabajo... lo hizo en el bar con todos esos marines, podría con una sola persona.

Se aferró a la espalda de Zoro viendo como Kurahadol los veía.

—Vaya, Vaya... parece qué hay ratas en la bodega—dice Kurahadol viéndolos. Este mismo los apuntó con una mano que lleva espadas como dedos, podría ser incómodo de no ser porque estaban en peligro. Ussop por el susto da un par de pasos a la puerta dejando a Han y a Zoro en frente.

—Esas espadas...—comentó Zoro al verlo. —Sabía que te había visto en alguna parte... en un póster de "de busca" Eres Kuro... capitán de la nada pirata del gato negro.

—Espera, ¿Kurahadol es un pirata?—pregunta Ussop confundido.

—Uno muerto—completa Han viendo un poco detrás de Zoro. —Se supone que debería de estarlo.

—Se supone que lo mato Morgan Mano de Hacha...—dice Zoro.

—Una argucia, ¿verdad mensajera?—pregunta Kuro a Han. —El ego de ese imbécil me ayudó a perpetuarla. Y cómo sabrás, nadie interfiere con mis planes.

Han ve de reojo el grillete de Mya-Orti. No sabía lo que Mya había hecho a Kuro, pero eso fue la causa de que la matara.

Zoro en el acto desenvaina su katana sin quitarle la vista a Kuro.

—Retrocede Han, podría dañarte—le advierte y así, Han da dos pasos atrás para dejar libre a Zoro. —Está noche cobraré la recompensa...

Sus espadas sólo chocaron una vez cuando Kuro desapareció. Estaba confundida, pero no sorprendida. En frente estaba Buchi, ¿cuando apareció? No lo sabía y tampoco le interesaba, ve alrededor y nota a Kuro ahí atrás en la puerta.

Cuando todos estaban con la atención en Kuro, Han escucha un cristal romperse. Al voltear, ve cómo Zoro fue noqueado por Sham.
Fue a ayudarlo, pero Buchi tomó la copa de antes y se la arroja a la cara a Han. Esta comenzó a sentir mucho asco por el vino (lo que era raro ya que a Han le gustaba) y comenzó a toser...
Al parecer el plan de Kuro era noquearla con el vino, pero ella no bebió ni un sorbo, así que necesito hacerlo por las malas.

El mareo era insoportable y estar de pie dolía, terminó en el suelo tratando de mantener los ojos abiertos, pero eran tan pesados que se cansaba de solo intentarlo.

"Lily" la llaman.

— Ayúdame... Mya...—responde al llamado. Trata de levantar una mano pero su peso se lo impide.

Cuando cedió al mareo y al sueño, quedó profundamente dormida.

§
Pasado

Una pequeña Han veía las flores blancas de un árbol cercano. Sentía una inmensa necesidad de tomar una ya que los pétalos se veían tan suaves que no podría resistir la curiosidad de tomar uno y sentir su suavidad.

Terminó cediendo a sus deseos después de unos minutos. Tomó una de las flores, blancas, bellas, perfectas que cuando tomó uno de los pétalos en sus dedos, se dio cuenta de que no eran suaves.
Tenían una textura nada agradable.

—¡Han!—le gritan. Por el susto pone la flor detrás de ella y ve en dirección del llamado. —Al capitán no le gusta que arranquen las plantas. Te vi... es inútil que trates de esconderlo.

—No lo vuelvo a hacer, Tsu—le dice mostrándole la flor que había arrancado.

—Solo palabras... decirme eso no va hacer que la flor vuelva a ser parte del árbol—dice Tsu llevándose su cabello hacía atrás. —Si el capitán de entera te arrancará las alas del cuerpo...

—¡No le digas al capitán!—le pide la pequeña Han llevando la flor al árbol como si quisiera volver a ponerla en la rama.

Tsu toma la flor de las manos de Han y se la muestra poniéndose a su altura. Tsu no sonríe, no suele hacerlo... pero la ve.

—¿por qué la arrancaste?—le pregunta Tsu con su voz molesta.

—Quería sentir los pétalos, Tsu—le dice mientras comienza a jugar con sus dedos nerviosos.

—¿Valió la pena el riesgo?—le pregunta y Han niega como respuesta. —Han... hay cosas que no puedes hacer. Tienes suerte que te haya visto yo, ¿Qué hubiera pasado si Qian o Bo fueran lo que te descubrieran arrancando las flores?

—No lo sé—le dice tratando de no ponerse a llorar.

—No llores, llorar no va arreglar nada—le advierte Tsu cuando otra persona le pone las manos en los hombros a Han.

—Deja de hacerla llorar, Tsu—le dice Mya detrás de Han. Su voz profunda ayudó a la pequeña a identificar a la persona que estaba detrás de ella.

Tsu con la flor en su mano se endereza y agacha la cabeza ante la presencia de Mya. Han voltea y la ve, ella no sentía la necesidad de voltear a otro lado, Han no puede apartar la mirada de la mancha blanca de su cara que destiñe una gran parte de su cabello.

—Arrancó una flor, alguien tiene que recordarle que esta no es su casa—le dice Tsu.

—Tampoco es la tuya—comenta Mya sonriéndole. —Han es consciente de que esta no es su casa, Tsu. Nunca de nosotras tiene derecho a gritarle a la otra, el único con ese derecho es el Capitán.

Tsu no contestó. Solo se limitó a asentir e irse del lugar dejando a Han y a Mya solas. Han volteo a ver a la chica, lo único que podía ver a la lejanía eran sus listones en sus trenzas para que en un momento determinado se convierta en pájaro y se fuera de ahí volando... estaba enojada y era muy joven, solo le ganaba uno o dos años a Tsu y pensaba que ya sabía todo de ese lugar.

—Se que eres inquieta, Lily.

—¿Por qué todos me odian? Parece que siempre buscan una excusa para regañarme y acusarme con el capitán—dice Han volviendo a ver a Mya.

—Gozas de algunos privilegios, Lily. Privilegios que no todas tenemos aquí—le dice y Han Solo negó con la cabeza, no entendía ni una palabra.—Imagino que no te das cuenta, pero al capitán le agradas mucho...

Mya se pone en cuclillas y toma las manos de Han. Esta solo ladea un poco la cabeza viéndola sonreír.

—No le agrado—le dice Han y Mya le quita el cabello de la cara.

—El capitán Rea es un hombre de pocas palabras, pero en serio le agradas... escuche que quiere que plantes lirios azules en el jardín—dice Mya haciendo sonreír a Han.

—No es cierto...

—Es verdad—responde Mya. —¿sabes porqué?—le pregunto Mya y después de unos segundos de que no recibió respuesta habló: —Un pajarito le dijo que eran tus favoritos. Los plantarán, por allá...—apuntó a lo lejos.

Han ve hacia la dirección que le indicó Mya, era un capo abierto y vista al mar, se vería hermoso con lirios azules.

—Mya... el capitán... ¿sería capas de arrancarme mis alas?—le pregunta recordando la plantas de Zhie.

—No, él no nos arrancaría la alas—le responde Mya sonriendo. —Rea no sería capas de arrancarle las alas a ninguna.

Mientras veían el horizonte, una pequeña sombra interrumpió el paisaje e hizo que Han corriera hacia el dejando atrás a Mya. Cuando ya estaba más cerca vio lo que venía. El barco del capitán... pero se veía deteriorado y una de las velas estaba rota. Les había pasado algo horrible, lo sabía... pensó en muchas cosas, los marines, otros piratas... nunca se imagino en un motín.

Han | ONE PIECE. Roronoa ZoroWhere stories live. Discover now