Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Treinta y Siete

Taehyung no podía seguir guardando silencio, desde que llegó allí su majestad solo se limitó a sonreír y beber su té con calma. Él sabía la razón de su repentina solicitud, o creía saberlo.

— He querido disculparme por el comportamiento de mí familia yo, en verdad estoy avergonzado de que usted haya tenido que presenciar algo como eso mí reina.

— No necesitas hacerlo — negó con una pequeña sonrisa.

— Si, si le debo una disculpa— susurro cabizbajo.

— Taehyung, ¿sabes porque permití que mí hijo se comprometiera contigo?

— Yo, no…no lo sé.

— Fue por la forma en la cual te observaba, él siempre cuidaba de ti cuando venías a visitarnos, con el tiempo, mí hijo no podía quitar sus ojos de tu persona — sonrió al recordarlo — Jimin se burlaba de él por esa misma razón.

— ¿Qué? — la observó con sorpresa.

— Hoseok nunca admitió sentir nada por ti frente a nosotros, pero podía ver algo de interés en él, el como siempre estaba para ti y te cuidaba de pequeño y como solía emocionarse al saber que nos visitarías. Incluso cuando tenía otras opciones en la lista, no aceptó ninguna de ellas — suspiró — Cuando tu madre ofreció tu mano, quise ser egoísta por el bien de mí hijo.

— Alteza.

— Los matrimonios en la realeza siempre son arreglados por conveniencia, no supe lo mal que era eso hasta que vi con mis propios ojos como Jimin sufrió al comienzo — sonrió con tristeza— Fue doloroso ver qué en sus ojos aún guardaba algo de rencor.

— Pero tenía razón, ellos se aman ahora.

— ¿Y por cuanto dolor tuvieron que pasar para llegar a ese amor?

— Yo…

— En mi época no había posibilidades de librarse de este tipo de tradiciones, pero Hoseok quiere cambiar eso.

— ¿Qué?— susurro.

— Mí hijo tiene grandes planes para el futuro del reino, y es algo que me enorgullece, pero también me causa tristeza.

— Su alteza, yo…jamás fue mí intensión molestar al rey o-

— Cuándo los veía compartir tiempo juntos supe que con el tiempo ambos llegarían a amarse con pasión. Sabía que tú sería el mejor compañero de vida para mí hijo pequeño…y aún lo creo — sonrió.

— Es bueno oírla decir eso— la observó — Es bueno oírlo porque a veces no creo ser la persona correcta para él.

— Todos en algún momento de nuestras vidas pensamos negativamente… Para los Omegas la vida no es fácil, están sometidos a miles de responsabilidades, a nadie le importa si tenían vida antes, solo te fuerzan a tomar la mano de un alfa para mantener tu honor.

— Es algo que no se puede cambiar — sonrió con tristeza — Solo veníamos a este mundo para ser la otra mitad de los alfas, mamá siempre decía que ese era nuestro único propósito de vida.

— Cuánto dolor tuviste que soportar pequeño Omega — susurro.

Taehyung la observó con sorpresa, sus ojos cafés se llenaron de lágrimas rápidamente.

— Alteza…

— Tú no eres así, no eres como ellos y no debes mantener esos pensamientos, se que mí hijo daría la vida por ti, solo debes confiar en él y amor — tomó o las manos de Taehyung sobre la mesa — Se que algún día ese dolor en tu corazón sanará — sonrió.