Realeza Azul |• KookMin

Capítulo Veintiséis

Jimin frunció su ceño pensando que quizás solo bromeaba y quería hacerlo enfadar, pero al ver la seriedad en su rostro se dió cuenta de que iba en serio. Con un fuerte sonrojó en sus mejillas, abrió su boca y se aprendió cuando Jungkook adentró dos de sus dedos en él.

— ¿Te gustan los dulces? Imagina que esto es uno de ello Park, chuparlos y empapalos de saliva — susurro besando su mejilla.

Cerrando sus ojos con fuerza, Jimin hizo lo que le decía, se sentía tan extraño y tonto en ese momento que no se atrevió a abrir sus ojos hasta que Jungkook quito sus dedos de su boca.

— ¿Qué haces?— preguntó temeroso al ver cómo llevaba una de sus piernas sobre sus hombros.

— Cierra tus ojos y respira profundo para mí — susurro en su oído dejando besos en la zona seguido de mordidas y lamidas.

Jimin le hizo caso nuevamente, una extraña sensación invadió su cuerpo, eso sumado a los labios del alfa besando su cuello. Cuando Jungkook tomó sus labios, Jimin ahogó un gemido de placer tras ser penetrado lentamente por uno de sus dedos en su interior.

— Ah~hh… que haces porque ah-

— Relájate — le pidió depositando castos besos sobre aquellos labios entreabiertos — Se sentirá bien luego, se paciente…

Buscando acostumbrarse a la intromisión, Jimin eligió creer en sus palabras y luego de unos minutos cuando el segundo dedo entró y Jungkook los movió con destreza, una explosión de placer se apoderó de su cuerpo dándole espasmos de placer.

— Ah ah…

—¿Te gusta?

— No pares — susurro moviendo sus caderas para tener más contacto.

Jungkook sonrió y lo estímulo con cuidado llegando a su punto dulce deleitándose mientras lo veía gemir y morder sus labios aferrado a sus hombros clavando sus uñas roma en ellos pensando solo en su propio placer y lo bien que eso se sentía.
No podía engañarse, en algún punto se había imaginado a Park Jimin en esa situación, y la realidad superaba la ficción.
Ese Omega era una obra de arte, él cómo su pecho subía y bajaba por los espasmos, como sus labios se hinchaban al ser mordidos, sus hermosas mejillas sonrojadas y esos grises ojos cristalizados que lo observaban por momentos.

— A~hh

Jungkook se concentró en él, en sus rubios cabellos pegados a su frente, sus hermosas caderas moviéndose impacientes, esa blanquecina piel como un lienzo en blanco que deseaba marcar. Perdiendo el control de sí mismo, quitó sus dedos del interior del Omega y lo besó con tal fuerza que sorprendió y asustó a Jimin.

—¿Puedes sentirme — murmuró dejando besos en su cuerpo mientras lleva a una de las manos del rubio a su miembro — ¿Sientes eso príncipe? Jamás me había excitado tan rápido con solo ver a alguien.

Jimin lo observó, no supo cómo debía reaccionar exactamente. Por supuesto que lo sentía, se sentía grande y duro, su sorpresa fue aún mayor cuando Jungkook introdujo su mano por debajo de su ropa interior.

— Eso…

— Tócame — susurró ronco.

Sin saber cómo debía hacerlo, Jimin solo movió su mano lentamente, Jungkook gimió por lo bajo y lo besó chupando su lengua y mordiendo sus labios mientras movía sus caderas. Dejando la vergüenza atras, Jimin tiró de la tela hacía abajo buscando desnudarlo por completo, Jungkook lo ayudó sin problemas.

Pero su deseo paso a segundo plano por unos sehundos.

— Y-yo...no creo que pueda — susurro  al verlo por completo, sus grises ojos no podían creer lo que veían.