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Isa

Saqué los huevos del sartén para pasarlos a cada plato, terminé de servirlos antes de ponerlos uno frente a cada uno de mis niños. 

-Quiero que coman todo sin excepción- mencioné ante la mala cara de Melody debido a sus verduras. 

-Anoche mi papá fue a mi habitación y me pidió dormir juntos- Sergio me miró unos segundos y luego volvió la vista a su hermana- Le dije que no, es muy grande para temerle a la oscuridad. 

Pasé mi vista al bulto que yacía acurrucado sobre el sillón y rodeé los ojos antes de encender la licuadora con nada dentro, no pasaron ni dos segundos antes de que un Sergio adormilado levantara la cabeza confundido. 

-¿Que hora es?- preguntó al ver a sus hijos que soltaron una risita- Es muy temprano. 

-Hoy veremos a los abuelos- respondió Mateo entusiasmado. 

-¿Que licuabas?- preguntó entrando a la cocina rascando su nuca. 

-Oh nada, solo quería ver si funcionaba- mencioné encogiéndome de hombros, tomé la taza sobre la encimera y le di un ultimo sorbo- Iré a cambiarme, coman todo mis amores. 

-¿Y mi desayuno?- preguntó mi esposo antes de que yo saliera de la cocina. 


Sergio Jr. 

Los ojos de mi mamá estaban hinchados, lo supe desde esta mañana cuando me dio los buenos días, papá durmió en el sillón y las únicas veces que eso había sucedido, fueron debido al enojo de mamá consigo. 

Papá debió haber hecho algo tan malo como echarle azúcar en vez de jabón a la secadora o sonreírle a la tía Laura, definitivamente. 

Comí mi desayuno en silencio viendo como mi padre trataba de hacer pancakes, solté una risa inconscientemente al verlo derramar la harina y entonces su vista se posó sobre mí. Lo vi meter la mano en la bolsa de harina antes de correr en mi dirección y tirarme harina en el rostro antes de que pudiera siquiera correr. 

Melody y Mateo soltaron en carcajadas al verme y entonces papá tomó un puñado para tirarlo sobre ellos también, me reí tan fuerte que me dolió el estomago, mi risa se detuvo cuando el teléfono de mi padre sonó insistentemente desde el sillón. 

El hombre corrió a contestar y nos dio una mirada antes de salir de la cocina, al igual que siempre, volví a mi desayuno pensando en chistes que le contaré a Melody durante la noche para que deje de pensar en papá. 


Isa

Me puse un poco de bloqueador solar frente al espejo, había terminado de vestirme y estaba lista para llevar a los niños con los padres de Sergio. 

Una alarma vibró desde mi celular sobre la cama, me puse de pie para tomarlo y leer el titulo. Por supuesto que sabía que día era, jamás lo olvidaría pero ¿Él lo haría? Supongo que lo averiguaré más tarde. 

-Mi amor...- la puerta se abrió dejando entrar a mi esposo- Mis padres llamaron, hubo problemas y no podrán ver a los chicos hoy. 

-De acuerdo- me encogí de hombros antes de recoger las cosas que había dejado sobre el tocador- ¿Les dijiste? 

-No, recibí otra llamada en el momento. 

Metí todas las cosas dentro de mi bolso de viaje y lo cerré con fuerza- ¿Ah, si?- me puse de pie y entré al baño para recoger algunas cosas que quedaron sueltas, estaba preparada para esta conversación, de hecho ya tenía un protocolo para cada vez que esto sucedía. 

-Debo volar a Gran Bretaña esta noche- soltó mientras movía las manos con nerviosismo. 

-Tu ropa está doblada sobre la secadora, por favor guárdala con cuidado ¿Quieres?- traté de mantener toda la calma posible al hablar, tiré las cosas dentro de la maleta y la cerré con fuerza- Arreglaré las cosas de Melody ¿Podrías pedir nuestros vuelos a Alemania? ¿O prefieres que también lo haga yo?

-Isabella...- intentó y esa fue la gota que derramó el vaso, apreté mis puños con fuerza antes de hablar, solté un respiro por mi, por los niños, por nuestro matrimonio. 

-Lo haré yo entonces. 

Giré sobre mis talones y salí de la habitación, traté de disimular la lágrima rebelde que bajó por mi mejilla cuando entré a la habitación de ambos chicos. 

-Tenemos que...- mis palabras se quedaron en el aire al ver a ambos niños cerrando sus maletas, mi corazón se rompió al comprender los hechos, ya conocían la situación tan de memoria, ya no esperaban que fuera diferente. 

-Todo listo mami, no te preocupes por Mely- Sergio me abrazó mientras yo seguía congelada- Yo lo ayudaré y tu puedes llamar al aeropuerto. 

-Muero por volver a Alemania, es tan aburrido aquí- Mateo rodó los ojos mientras su hermano le daba una mala mirada. 

-Eres el único que cree eso, Mateo- ambos niños salieron de la habitación para ir con su hermana y no pude evitar que las lágrimas me inundaran. 

Me sentí ridícula al cubrir mi llanto en la habitación de mis hijos, mi pecho subía y bajaba mientras mis lágrimas caían en cascada, mis manos temblorosas cubrían mi rostro evitando emitir algún sonido.  

Sorbí mi nariz tratando de recomponerme, solté una respiración profunda y sequé mis ojos lo más que pude al oír los pequeños pasos cerca, no podía permitirte que ellos me vieran así, nunca. 

Tomé mi celular y le marqué a Nina para comprar los vuelos, ella había vuelto a Alemania a hacerse cargo de las cosas en casa. 

-¿Nina?- aclaré mi garganta antes de continuar- ¿Puedes comprar vuelos para volver a Alemania? 

-Lo tengo cubierto señora, permítame unos minutos para confirmar y le enviaré una copia- increíble, incluso mi niñera conocía el patrón, definitivamente esto se había convertido en un mal habito. 

 -Gracias, Nina. 

Colgué el teléfono y saqué ambas maletas de la habitación hasta la sala, la pequeña castaña jugaba a algo con Mateo mientras que Sergio miraba al suelo sin emoción alguna. 

-¿Todo listo?- pregunté a lo que el chico me dio un asentimiento- Iré por mis cosas. 

Entré a mi habitación donde ya había organizado cada una de mis pertenencias y rodeé la maleta bajo la mirada de mi esposo que continuaba sentado en la cama con la cabeza apoyada en sus brazos. 

Recibí un mensaje de Nina antes de la salir de la habitación "Confirmado, vuelo en tres horas" Volteé a mi mirar al mexicano una vez más. 

-Deberías despedirte de los niños- solté antes de salir de la habitación esta vez, la imagen de mis hijos sentados sobre el sillón en silencio y con rostros aburridos me hizo soltar un suspiro- Despídanse de su padre. 

El mencionado abrió los brazos antes de que los tres niños se pusieran en pie y caminaran a él, se encontraron los cuatro en un abrazo mientras yo revisaba que cada pasaporte estuviera en su lugar. 

-Tenemos que irnos- avisé cuando la confirmación del auto indicó que estaba en la puerta. 

-Los voy a extrañar mucho, a todos- se despidió Sergio dándome un vistazo- Los amo, prometo estar en Alemania lo antes posible. 

Repartió besos sobre cada uno de los niños y yo me apresuré a abrir la puerta, el chofer tomó las maletas y las metió al auto, revisé una ultima vez que todo estuviera en su lugar y encaminé a los niños uno por uno al auto. 

-Avísame cuando lleguen- el mexicano se acercó con ambas manos en los bolsillos- Estaré aquí hasta media noche. 

-Bien, ten buen viaje- di dos pasos atrás antes de que su mano tomara mi muñeca. 

-Te amo, Isa...- acarició mi mejilla mientras nuestros ojos se encontraban. 

-Yo igual- mencioné tratando de ocultar el nudo en mi garganta- Por cierto... Feliz aniversario, Sergio. 

Solté antes de subir al auto, mantuve la mirada fija al frente mientras nos alejábamos de la figura estática de mi esposo. 

The Great War|SP11Where stories live. Discover now