SLEEPTALK ── JAYDICK

⠀⠀⠀⠀⎙⎙⎙ | AWAKE FOUR

MARATÓN [3/5]

—Pensé en nuestro último beso... Cómo se sintió... La forma en que sabías... Y aunque tus amigos me digan que estás bien... ¿Estás en algún lugar sintiéndote solo...?

Últimamente, Dick me hablaba menos que antes, y se la pasaba cantando, canciones tan sentimentales, tan tristes a veces que me hacían llorar.

Algo parecido a lo que hacía en los primeros días, al igual que ese otro chico, Tim.

Yo lloraba y Dick también lloraba.

Estúpido, después me echaba la culpa por llorar.

¿Cómo no quiere que llore si solo puedo escucharlo con impotencia, sin poder moverme, y sólo a veces, cuando esta quiere, puedo apretar su mano?

—A veces empiezo a preguntarme... "¿Fue solo una mentira?"... Si lo que teníamos era real, ¿cómo podrías estar bien? Porque no estoy bien en absoluto...

Siento sus caricias sobre mi mano, escucho su voz romperse con las lágrimas, pero él es fuerte y sigue cantando.

Mis ojos se abren lentamente cuando insisto con mi deseo de hace bastante tiempo.

Volver al mundo real, despertar.

Lo veo, sus ojos están fijos en el techo, sus mejillas bañadas en lágrimas y sus ojeras marcadas bajo sus tristes ojos.

—Las fotos que me enviaste... Todavía están vivas en mi teléfono... Admito que me gusta verlos... Admito que me siento solo... Y todos mis amigos siguen preguntando por qué no estoy cerca...

—Dick... —murmuró.

Su voz se corta al instante, se acerca a mi y sus manos temblorosas toman mis mejillas.

Me abraza, me abraza con ganas y hago una mueca con dolor, no sabía que podía sentir tanto mi cuerpo.

Mi mano roza su pierna, y en mi mejor intento por moverme, logró apoyar mi palma a un lado de su muslo, una vez apoyada allí, recorro hasta llegar a cintura, ayudándome con mis dedos a subir, rodeo su cintura con mi brazo, y él llora y ríe por aquello, es cuestión de segundos para que tome mi mano en su espalda y la sostenga en ese mismo lugar por mí.

—¿Estás bien? —murmura, sorbiendo su nariz.

Su rostro se coloca a pocos centímetros del mío, y compartimos esa conexión de las miradas que sólo nosotros entendemos, y él sabe que tiene que besarme por sólo ese pequeño brillo entre nosotros, y lo hace, me besa con lentitud y mis dormidos y maltratados labios apenas pueden responder mínimamente porque son torpes.

Pero Dick es suave, delicado y sigue el ritmo que yo pueda seguir.

Es perfecto.

Al separarnos me mira, sus ojos ya no lloran y sonrío, haciendo que él también lo haga.

—Ahora sí lo estoy —respondo—. Y eres el mejor novio del mundo, Dick —agregó, mi voz suena torpe y hasta yo me doy cuenta, siento mi lengua dormida y niego—. No... No quiero dormir... No me dejes dormir...

Mi mano se escurre de su cintura como si fuera de trapo, un sollozo surge de mis labios.

Dick me abraza, me acuna entre sus brazos y su calor me hace sentir más muerto que vivo, porque en serio tengo frío.

—Descansa y vuelve pronto —dice.

—No quiero —repito, mis ojos se cierran y quiero llorar, los obligó a abrirse y sólo tiemblan.

—Siempre voy a estar aquí cuando despiertes, siempre me vas a encontrar —dice— ... No me iré, puedes volver luego, Jay, estaré a tu lado.