Boyfriend- Suguru Geto

012

Cuando eres niña, escuchas esa historia del principe que rescata a la princesa
Te quedas con esa idea

Kae había absorbido la noción romántica de que algún príncipe vendría a rescatarla de su vida encerrada entre los muros de su hogar, rodeada de hombres y regida por un padre sobreprotector. En su imaginación infantil, el mundo estaba lleno de trolls y un rey maligno que la mantenía prisionera, aunque quizás la realidad no fuera tan oscura como ella la pintaba.

Pero quizás no fue así en su totalidad
Si padre era estricto pero daba lo que fuera por ella, después de la muerte de su madre se juro protegerla de todo mal aunque no lo hizo de mejor manera y solo paso a retenerla de todo mundo para proteger a su pequeña niña

Pero

¿Qué pasa cuando un sujeto como Naoya entra a tu vida?
Llenandote de palabras que siempre quisiste escuchar, elevando tus metas y sueños hasta el cielo. Con cada gesto y cada promesa, él le ofrecía un mundo donde la libertad parecía alcanzable, donde el amor era un idioma compartido y la ternura era la moneda de cambio.

Hablando de sacarte de tu hogar para que por fin seas libre mientras al mismo tiempo te habla sobre su lenguaje del amor y te acaricia como siempre lo anhelaste
Para Kae, el atractivo joven con sus poéticas palabras y sus caricias era la encarnación misma de su liberación, una salida de la prisión que había sido su hogar durante tanto tiempo. Y, sin duda, ante la elección entre él y el rey que la mantenía encerrada, Naoya parecía la opción obvia.

Pero ¿Lo amaba genuinamente o simplemente veía en él el boleto de salida que tanto anhelaba? A pesar de sus esfuerzos por construir una relación perfecta, al final del día, Kae se encontraba agotada, como si el peso de sus propias expectativas y la presión por mantener viva la ilusión de un amor ideal la hubieran consumido.

Las palabras que le dio en la primera noche que pasaron juntos en ese lugar venían una y otra vez cada que creía que debía darse por vencida:

"Mi querida Kae, el amor es complicado, pero mientras estemos juntos, podemos superar cualquier obstáculo. Te amo más de lo que puedes imaginar."

Y a pesar de las dudas que la atormentaban, Kae seguía aferrada a la esperanza de que su relación con Naoya pudiera convertirse en el cuento de hadas que siempre había deseado. Sin embargo, la realidad era mucho más complicada de lo que había imaginado, y el precio de su liberación podría resultar más alto de lo que estaba dispuesta a pagar.

—¿Naoya?— La inesperada visita de una niña sacudió la tranquilidad de Kae, quien se encontraba a punto de abrir la puerta del dormitorio.

Al voltear a la puerta de la entrada vio a una niña de 6 a 7 años aproximados
Su cabello era corto y curiosamente de una tonalidad verde —Hola ¿Puedo ayudarte en algo?— Kae dejo la puerta del dormitorio, se acercó a la pequeña con curiosidad y una sonrisa amable, sorprendida por la familiaridad con la que la niña mencionaba a Naoya.

—Hola— saludó la pequeña, con una sonrisa radiante —¿Eres vecina nueva? ¿Naoya ya no vive aquí?

Kae asintió, sorprendida por la inesperada interacción, jamás la había visto antes —Sí, así es, bueno Naoya sigue viviendo aquí y yo soy Kae— respondió con una sonrisa amable —¿Tu cómo te llamas? La última vez que vine no te vi

—Maki— se presentó la pequeña, sin perder la sonrisa —Es genial tener una vecina nueva que acompañe al idiota de Naoya ¿Vivirás aquí con tu papá?

La pregunta de Maki tomó a Kae por sorpresa, pero asintió con un gesto suave —Viviré aquí solo con Naoya, es mi pareja— respondió vagamente, sin revelar demasiado.