Boyfriend- Suguru Geto

009

"¿Cómo sentirte patético en un mes?" pensó para sí mismo, imaginando que ese sería el título de un libro que podría escribir algún día para narrar su experiencia o incluso una autobiografía.

¿Cómo había pasado de pensar "no pienso ser amable con una chica que se vende por dinero" a "quiero que Kae Mizune solo me miré a  mí y no al patético de su novio"? 

Todo en un mes.

O quizás un mes y medio desde que habían firmado el contrato para actuar como pareja.

—¿Estás pensando en algo?— la voz de Kae lo sacó de su ensimismamiento.

—¿Por qué lo preguntas?— respondió Suguru, mirándola. Ella estaba concentrada en su trabajo, creando bocetos para una sesión de fotos con una nueva cantante que se llevaría a cabo para la revista Vogue. Desde que comenzaron su "relación", Kae parecía recibir más oportunidades en el trabajo, y eso no pasaba desapercibido para Suguru.

—Parece que llevas media hora mirándome —Kae sonrió con gracia, sin darse cuenta del torbellino de pensamientos que atravesaban la mente de Suguru— ¿Quieres comentarme algo?

—Oh, eso —Suguru asintió, tratando de mantener su expresión neutral mientras ocultaba sus verdaderas intenciones— Estuve pensando que quizás has podido sentirte muy encerrada aquí y que quizás quieras ver a tu novio.

—¿En serio me dejarías ir con él aunque sea un día? —los ojos de Kae brillaban de emoción, pero para Suguru eso le dolió un poco, sin emabargo solo asintió con calma para presenciar como ella corría hacía él— Eres el mejor.

Suguru se encontró sorprendido por la reacción de Kae. Por un momento, se sintió abrumado por una mezcla de emociones contradictorias: por un lado, se alegraba de poder hacer feliz a Kae y de que ella pudiera reunirse con su novio; por otro lado, se sentía culpable por las verdaderas intenciones que ocultaba tras su aparente generosidad, pero era un bien necesario para ella 

Sin embargo la chica lo abrazó con gratitud y luego corrió a darse una ducha, emocionada por la idea de reunirse con su novio. Suguru, por su parte, se quedó solo en la habitación, sintiendo un peso en el pecho mientras reflexionaba sobre las complicadas emociones que surgían de su relación con Kae. 

¿Qué estaba haciendo?

...

A las 5:00 pm, el apartamento estaba envuelto en un silencio sepulcral, apenas perturbado por el suave murmullo del aire que movía las amplias cortinas blancas, como si estuvieran susurrando secretos al viento. Shoko entró con paso decidido, pero su expresión se volvió preocupada al encontrarse con la mirada nostálgica de su amigo.

—¿Por qué nos citaste aquí?— preguntó, su voz cargada de inquietud. —¿Dónde está Kae? ¿No me digas que has hecho alguna estupidez?

Suguru, con la mirada perdida en algún punto invisible del espacio, respondió sin moverse —La dejé ir con su novio

—¿Kae tiene novio?— Satoru irrumpió en la conversación con incredulidad, su tono rozando la exaltación —¿Cómo es posible ese suceso?

—Así es— suspiró Suguru, cubriéndose el rostro con las manos mientras se dejaba caer en el sofá. —Y es un maldito idiota, no la merece

Un prolongado silencio se instaló en la habitación, cada segundo parecía eterno mientras los tres amigos procesaban la información.

—¡Te gusta ella!— Shoko y Satoru exclamaron al unísono, dejando escapar una risa nerviosa mientras comenzaban a hacer una especie de danza tonta entre ellos, como si la realización de que su amigo estuviera enamorado de la encantadora Kae fuera la conclusión más obvia del mundo.