ー YOU MISS ME?

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La ciudad se había vuelto una masacre entre carnívoros, fue difícil para Batmam, Catwoman y Gordon luchar contra tanta delincuenza en casi todo Gotham, atraparlos y luego dejarlos en Arkham era inseguro así que buscaban la manera de encerrarlos en otra ciudad, por suerte, la policía de Metrópolis accedió a utilizar sus cárceles para encerrar los delincuentes hasta que Arkham y demás cárceles fueran seguras (o al menos que se calmara un poco la cosa).

Planificarlo era una cosa, y hacerlo otra muy diferente, ellos tres como alcaldes tardaron semanas hasta que un día en las calles solo había basura y silencio, aún parecía haber una señal de vida malvada pero en general, es como si no hubiera personas (de las que daban problemas). Los ciudadanos salieron de sus casas atemorizados para confirmar que el silencio era bueno y no una terrible noticia. Cuando vieron a Batman en mitad de las calles, junto a Catwoman, un exhausto Gordon, y a simple vista lo que parecía ser el "último" delincuente, gritaron de armonía a punto de elevar el cuerpo del murciélago, sin embargo este se libró gracias al batgancho llevándose consigo a la gata. Luego, la dejó en el patio trasero de su mansión y se encaminó hacia la puerta.

- ¿Ni un gracias? - Se cruzó de brazos la pelinegra, estaba más confundida que enfadada pues Batman, o mejor dicho, Bruce, siempre era amable con ella y supuestamente un gracias debería ser lanzado ahora por lo mucho que ha hecho por él y la ciudad.

- Gracias. - Soltó en un tono seco y corto, riguroso. Sin siquiera mirarle a la cara.

Extraño, pensó la gata mientras se quitaba la capucha y las gafas nocturnas mostrando su cara.

- Estás extraño ¿ha pasado algo antes de que me llamaras? Porque has estado así todas las semanas que llevamos trabajando juntos. - Interrogó dando algunos pasos a su alrededor como un gato al acecho.

- Nada que te incumbe. - Aseguró frunciendo el ceño. - Tu recompensa llegará pronto, se paciente. - Entró a su mansión cerrando la puerta a su espalda. Selina exhaló con pesadez y abandonó el recinto.

Pasó rodeando el sofá donde se tumbó agotado, se quitó el casco y suspiró largo y tendido, pensando por unos instantes lo bien que estaría desfogarse con algo.

- Amo Bruce.

Escuchó un murmullo triste y lleno de sorpresa a su espalda que le hizo sentarse para ver a Alfred, traía la boca abierta y los ojos saltones.

- Alfred. - Sonrió ampliamente levantándose y yendo a abrazarlo sin dudarlo. - He estado perdido sin tu café matutino. - Bromeó sacándole a este una risilla leve y tímida. - Pero en serio. - Se separó agarrándole del hombro. - Llevaba tiempo sin estar días fuera por trabajo, se me había olvidado lo que se sentía dormir menos de lo que ya duermo. - Esta vez rió él pero eso no hizo más que preocupar al mayor.

- Bruce, tiene que saber algo antes de-

- ¿Cómo están Harvey y Joker?. - Comenzó a caminar hacia su habitación. Cuando llegó entró y buscó la ropa adecuada y la más cómoda para disfrutar de un día entero sin trabajo. - No te habrá visto la cara ¿verdad? - Miró al anciano.

- No señor, he de decir que su primer traje me quedaba como un guante. - Alzó el pecho orgulloso.

- Me alegro. - Sonrió en respuesta y volvió a buscar en el armario. - Ponme en situación si no es mucha molestia.

- Faltaría más señor. - Le dio la espalda para darle intimidad y que pudiera cambiarse sin ser vigilado. - Harvey ha estado charlatán siempre que no estuviera durmiendo o comiendo, y hasta eso. Descubrí que hablaba en sueños y muchas de las cosas que decía las tengo escritas en una libreta.

- Gran idea, ya tengo ganas de leer lo que pone. - Se puso una sudadera color granate y unos pantalones vaqueros holgados de color negro. Con el otro, salieron de la habitación y de camino al salón siguió recibiendo información.

【• ~ LOVE BLINDNESS ~ •】Where stories live. Discover now