XXII

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Meses habían pasado, y con ello, los jóvenes de la Isla habían terminado de adaptarse por completo a su nuevo hogar, donde eran amados por la mayoría de la ciudadanía, aunque todavia había algunos malos comentarios hacía ellos, eran menos de lo que solían ser.

Era un buen día para salir a caminar al bosque, o eso creía Mikey.
El bosque de manzanas era algo que le gustaba mucho, siempre que iba a visitar a Takemichi salían a caminar al bosque para hablar un rato, después el príncipe debía volver a sus actividades, pues con eso de que la Isla había sido liberada por su segunda propuesta de próximo Rey, el azabache estaba tan ocupado que apenas y podía respirar.

Sus manos sudaban un poco de los nervios que le estaba causando en pensar en el de ojos azules, mientras daba vueltas en la habitación, Draken le miraba con confusión mientras Kokonoi se encargaba de vaciar todo el armario.

-Solo ponte lo que sueles usar y ya, no es la gran cosa

-¿¡No es la gran cosa!? - Koko detuvo su labor de lanzar ropa para ver con total molestia e indignación al más alto. -¡Quiere invitar a salir al príncipe próximo Rey!

-¿Qué hay con eso? Takemichi no es de los que juzgan a la gente por su apariencia

-¡No se trata de eso!

-Yo solo... Quiero verme bien para él - Mikey hablo, interrumpiendo a sus amigos y recibiendo miradas de sorpresa. -Takemichi es alguien especial, no puedo ir vestido como siempre voy, debo verme nose... ¿Guapo?

-Bien, te ayudaré a elegir tú ropa

Decir que estaba cansado era poco, estaba exhausto de todo el trabajo que tenía.
Todo el día se la pasaba leyendo cartas, firmando papeles, corriendo de un lado para otro, apenas y había tenido tiempo de comer un poco cuando habían pedido su presencia frente al castillo para hacerle una entrevista.

Dejo el papeleo en el escritorio, soltando un bostezo por culpa del sueño; sentía sus músculos entumecidos por permanecer tanto tiempo sentado y en la misma posición. Recostó la cabeza por unos minutos para descansar cuando la puerta fue tocada, abrió los ojos para ver a la persona, sorprendiendose de ver al azabache de ojos negros con una sonrisa nerviosa y una flor en la mano.
Se puso de pie, sintiendo sus mejillas rojas debido a la vergüenza que le daba que Mikey le viera de esa forma tan desarreglada.

-Mikey-kun

-Takemichi, hola, ¿tienes algo de tiempo para hablar?

El de ojos azules asintió rápidamente, se puso de pie y acomodo un poco los papeles solo para regresar a terminar los que faltaban.
Camino hacía el mayor y juntos salieron de la oficina, Mikey parecía bastante nervioso, extendiendo su mano para extenderle la flor.

-Es para ti

-¿De verdad? ¡Es muy bonita, muchas gracias Mikey-kun! - Habló mientras con cuidado tomaba la flor de un rojo muy intenso.

-El rojo te queda muy bien porque eres muy pálido, te resalta mucho... Hace que te veas lindo

La mejillas del menor se prendieron de un color rosado intenso, Mikey solto una risa al verlo, pellizcando y jalando una de sus mejillas.

-Así te vez más lindo

Sin decir más continuaron caminando con tranquilidad hasta que llegaron al bosque de manzanas. Mikey al volverse alguien importante para la Reina Blancanieves le había pedido permiso y su ayuda para montar una manta y una canasta con comida para que pudieran comer, había elegido una parte del bosque bastante lejos para que no fueran escuchados o vistos por los trabajadores del castillo, le daría vergüenza que le vieran.

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆  𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋𝐒Where stories live. Discover now