XIV

852 121 11
                                    

Baji camino alejándose del grupo, sin voltear ni una sola vez cuando le llamaban a gritos pidiendo y exigiendo una respuesta que no respondería, su prioridad ahora, aunque odiara decirlo, ere el azabache de rizitos.
Podía odiar al azabache de todas las maneras posibles, pero tampoco era tan malvado como para dejarlo en manos de uno acosador y un envidiosa, él también era envidioso, pero no al punto de que querer hacer que la existencia de alguien desapareciera.

Camino sin rumbo por los lujosos pasillos de los dormitorios, del bolso de su pantalón saco el espejo que le dio su madre, hasta ahora no lo habia usado más que para ir de un lugar a otro para no perderse, pero ahora le podría ser útil para buscar al azabache.

—Espejito espejito, dime donde est-

—¿A quién buscas? - Una voz a su costado le hizo voltear, encontrándose con la presencia de Hanma.

El príncipe más alto se veía cansado y algo triste, Baji le dio una rápida mirada para asegurarse de que el príncipe sapo no fuera a saltarle, literalmente, encima para atacarlo; relajandose un poco al verle tan calmado.

—Ah, eres tú, dime donde tienen a rizitos

—¿Takemichi?

Baji asintió levemente, guardando el espejo, aún atento a cualquier movimiento.
Hanma suspiro, bajando la mirada, le hizo una seña para que le siguiera, sin muchas ganas de hacerlo se vio obligado a aceptar y seguir al alto, no podía simplemente no hacer nada.

Entraron a una habitación, supuso que era la que compartía Hanma con el otro loquito; miro sin sorprenderse mucho el cuerpo del príncipe azabache tendido en una de las camas, su rostro pálido parecía estarlo un poco más de lo normal, pensó que podría ser por el reciente hechizo.

—¿Qué carajo le paso? ¿Tú le hiciste esto?, no sabía que usabas magia

—No fui yo... Fue Kisaki, pero en parte yo le ayude

—Me da igual - Se acercó a la cama, siendo detenido por Hanma. —¿Qué quieres? 

—Dejaré que te lleves a Takemichi, pero a cambio necesito que me ayudes en algo

—¿Y si no quiero ayudarte?

—No los molestare más, pero enserio pienso que podrías ser de ayuda contra Kisaki

Baji se lo pensó, viendo directamente al azabache postrado en la cama, gruñó molesto al pensar en ayudar, su madre no le había enseñado eso.
Asintió de mala gana, queriendo terminar todo rápido para poder ir a su habitación, comer dulces y jugar con la consola.

El portal tras él se cerró con algunas chispas rosas, sonrió al ver lo triste que se veía el País de las maravillas, los colores tan apagados y las plantas sin vida, no muy lejos pudo distinguir a cierto grupo que estaba buscando, su sonrisa solo ...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El portal tras él se cerró con algunas chispas rosas, sonrió al ver lo triste que se veía el País de las maravillas, los colores tan apagados y las plantas sin vida, no muy lejos pudo distinguir a cierto grupo que estaba buscando, su sonrisa solo se hizo más grande.

—Veo que llegaron, ¡bienvenidos a casa! - Saludo a todos, viendo directamente a los nacidos de aquel país.

—Kisaki - Inupi le miro con molestia, aquello le hizo soltar una risa de burla. —¿Qué ganas al hacer esto?

—Poder, poder y más poder

—¡Kisaki! - El llamado de cierto albino le hizo querer reír, Sanzu se tambaleaba, seguramente por su pronta muerte. —Deten esto...

—¿Sanzu pidiendo algo? ¡Eso si que es una sorpresa!, que yo recuerde ese príncipe egoísta y terco nunca pediría nada a nadie, entonces dime Sanzu, ¿por qué lo ha-

No termino de hablar cuando un golpe en su rostro lo hizo retroceder unos pasos atrás, giro sorprendido para encontrarse con la sonrisa dolorida pero burlona de uno de los hermanos gato, causando qué él también sonriera.

—Ran, ¿cierto?

—Si no detienes lo que estés planeando te mataré... ¡Rin!

Otro golpe cayó al rostro del rubio, se tambaleó unos segundos hacia adelante, llevándose una mano a la nuca, giro para ahora ver la mirada seria y molesta del gato menor.

—Rindou... ¿Sabes algo? Me desagradas tanto

—¿¡Quién mierda te crees para hablarle así a mi hermano!?

—Soy el futuro Rey, hablame con más respeto ga-ti-to

Aquel comentario solo logro poner más violento al mayor de los hermanos, esta vez fue el turno de Nahoya, Souta y Draken de atacar al rubio.
Kisaki elevó una pared de fuego, impidiendo que las sombras se acercaran a él, Nahoya le disparaba flechas que él fácilmente esquivaba, mientras Souta se movía con rapidez para tratar de darle un golpe.

—¡Todos ustedes son tan patéticos que me dan ganas de reír!

—¡Ya callate! - Un fuerte golpe llegó a su rostro, tirándolo y haciéndole rodar por la hierba muerta.

La sangre salía de su nariz, sus ojos se abrieron de sorpresa al alzar la vista y ver la molesta mirada de Muto.

—Tal vez ellos no puedan hacer mucho contra ti, pero yo si puedo

Otro golpe destinado a su rostro le hizo activar su magia para escapar del impacto, apareciendo atrás de Souta.
Tomando lo de los hombros y apretando con fuerza, un quejido salió de los labios del peliazul.

—Eres débil

Nahoya dejo caer su arco al ver desintegrar se a su hermano en pequeñas chispas, sus piernas temblando del miedo.

—Uno menos, ¿quien sigue?

—¡Maldito! ¿¡Qué le hiciste al algodón!? - Rindou sonrió, apareciendo a su lado y dándole un golpe.

—¿Seguirás tú? Por mi esta bien - Y al tocar el rostro del gato este desaparecio de la misma forma.

—¿Qué...? - Fue lo unció que pudo artícular Kazutora, saliendo del trance en el que había entrado al ver al tipo ahí. —¿Rin?

—Están muertos, no se preocupen por ellos, podrán ir a visitarlos dentro de poco

La escalofriante sonrisa del rubio hizo que Inupi temblara, Sanzu le miro con odio, sintiendo el dolor de su cuerpo cada vez más fuerte.

—¡AHORA! - El grito de Izana llamo la atención de todos.

Draken recordó que Kakucho e Izana habían desaparecido para buscar el núcleo de lo que estaba dañando al país, sonrió de alivio al ver como una carta salía volando de un costado directo al cuello del rubio.

Una batalla estaba por iniciar, y solo habría un ganador.
Draken, Izana, Kakucho, Kazutora y  Muto miraban serios al rubio; mientras Inupi y Sanzu trataban de ayudar al par de hermanos a afrontar su mayor miedo, perder a sus hermanos menores. Souta y Rindou ahora estaban muertos.

¡Hola! ¿Qué tal andan? Espero que todo en orden.
Me dio inspiración para terminar el cap. ¡Muchas gracias por votar y leer!, si hay alguna falta de ortografía háganme saber para así poder corregirlo, Bye.

—🥥

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆  𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋𝐒Where stories live. Discover now