XII

927 124 7
                                    

El lugar era totalmente oscuro, pero por alguna razón que algunos desconocían podían ver bastante bien, Muto, Souta, Nahoya, Draken, Kazutora y Kakucho luchaban para tratar de mantenerse bien en el aire, Ran y Rindou reían y simulaban que nadaban, aun enfermos pero divirtiéndose, Inupi y Sanzu estaban tranquilos y callados mientras Izana no paraba de gritar.

—¡NADIE ME DIJO QUE SE SENTÍA TAN OJETE!

—¿Quieres dejar de ser tan... Irrespetuoso? - Inupi dirigió su mirada al joven albino, este le miro molesto.

—¿Bueno y tú qué?

-—Bueno ya ya, no hay que discutir por este tipo de cosas - Draken como pudo se interpuso en los dos jóvenes. —Perdón Inupi

—¿Perdón Inupi?, ¡esto es una falta de respeto! - Izana volvió a quejarse.

—Estamos llegando... Traten de no caer de-

Sin terminar de hablar todos cayeron al pasto, de ahora un color opaco, Ran y Rindou antes de caer sonrieron con algo de esfuerzos y lograron quedar de pie, viendo como sus amigos estaban estampados en el pasto, no pudieron evitar reír.

—¡Kazutora se rompió la columna!

—¡Es un idiota!

—Sou, ¿estas bien? - Nahoya se acercó preocupado a su hermano menor.

Souta había sido atrapado de la cintura antes de caer, le habia dolido pero no tanto gracias a Draken, quien estaba bajo él sufriendo el daño de la caída y el peso del príncipe.

—Maldita sea...

—¡Lo siento mucho Draken!

Sanzu se soltó de los fuertes brazos de su novio y comenzó a caminar, el País de las maravillas de veía de colores bastante apagados y extraños, un fuerte mareo le tomo desprevenido y antes de caer al suelo fue tomado por su novio.

—Ten más cuidado Sanzu, debemos tener cuidado, presiento algo

Muto miro a todos lados esperando por encontrase con alguien, pero solo pudo ver a sus acompañantes.

—El País de las maravillas esta... Muriendo - Rindou hablo viendo el lugar.

A pesar de que los hermanos gato e Izana habían vivido poco tiempo en aquel País seguía siendo su hogar al que tanto habían soñado regresar, les dolía verlo de aquella de manera.

—¿Qué mierda es lo que planea ese imbécil? - Izana pregunto, su rostro mostraba lo molesto y triste que estaba.

—¿Qué mierda es lo que planea ese imbécil? - Izana pregunto, su rostro mostraba lo molesto y triste que estaba

اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.

—Hanma dejame salir por favor... - Takemichi permanecía sentado en la gran cama de la habitación, tenía sus manos amarradas con magia. —¡Debo ir a ver a mis amigos!

—Take, no hagas esto más difícil, Kisaki se molestara

El azabache sentía que lloraría de impotencia, ¿como es qué había caído en un juego tan sucio como el de Kisaki?, sabía que no debía aceptar el té que le dieron, eso le había puesto a dormir en cuestión de minutos y ahora que despertaba estaba amarrado.

—Takemichi - Llamo el más alto, el azabache le miro con odio. —Yo de verdad no quería hacer esto, te amo demasiado y no quería hacerte daño... ¡Era la única opción que tenia para vivir juntos alejados de todos!

—¿Q-qué dices Hanma?

—Kisaki esta matando el País de las maravillas, quiere matar a todo ser vivo que venga de ahí - Hanma espero que el azabache dijera algo, pero solo pudo ver miedo en el rostro del menor. —No puedo detener eso

—¿Por... Por qué quiere hacer eso?

—No lo se, ni siquiera yo se lo que gana con eso... Solo decidí servir para él porque me daría una vida a tú lado

Takemichi abrió los ojos de sorpresa, sintiendo las lágrimas caer.

—Hanma yo-

—Se que no me amas, por eso nos iremos en cuanto tús amigos comiencen con su plan, en estos momentos algunos deben dirigirse al País de las maravillas y si Kisaki esta en lo correcto otros te están buscando

—Dijiste que quiere matar el País, ¿morirán los que nacieron ahí?

—Si, tús amigos y los que llegaron de la Isla deben estar sufriendo las consecuencias, están muriendo lentamente por dentro y solo es cuestión de horas para que dejen de respirar

—¡Debo detener a Kisaki, suéltame Hanma!

El mayor le ignoro, caminando hacia la puerta y cerrandola con seguro para evitar que alguien entrará sin avisar al escuchar los insistentes gritos de Takemichi, podría meterse en problemas si alguien lo descubría, ¿donde estaba Kisaki?, necesitan iniciar con el plan de escape.

—Takemichi - Llamo al azabache qué se movía desesperadamente tratando de quitarse la magia de las muñecas. —Se que cancelaste el matrimonio arreglado, mis padres dijeron que recibieron el mensaje de la Reina

—Ya te lo explique Hanma... No te veo como tú lo haces conmigo... Por favor ya suéltame

—No puedo hacerlo, yo no puse esa magia, fue Kisaki

Como si le hubiera llamado, Kisaki apareció por un portal, ninguno de los príncipes sabía que el rubio podía hacer eso, ¿era la magia del libro que robo o... Su propia magia?.

—Takemichi...

—¡Kisaki suéltame!

—Ni aunque me supliques lo haré, llevo años planeando esto... Todo debe salir perfecto

El azabache le miro con los ojos llorosos, le garganta y las muñecas le dolían horrible, sollozo en silencio escuchando al rubio hablar con Hanma.

—Escucha bien Takemichi, una vez termine de recitar estas palabras deberás seguir a Hanma hasta que el hechizo sea roto, olvidarás todo y todos te olvidarán

—¡Kisaki no lo hagas!

—Esto no era parte del trato, Kisaki, dijiste que no le harías daño

—No lo estoy dañando, esto debe pasar, si el desaparece totalmente eso me convierte en el Rey heredero

Takemichi abrió los ojos al entender todo, miro al rubio y se movió un poco quedando de rodilla frente a él.

—Ki-kisaki, ¿quieres ser el Rey heredero? ¡Toma el puesto, pero no hagas nada, deja de lastimar a mis amigos!

El rubio se carcajeo con gracia, acomodando sus lentes, se agachó un poco y tomo de la mandíbula al azabache con fuerza, viéndole con odio.

—Lo haré sin que lo digas dos veces, pero será a mi modo, y yo quiero verte sufrir... ¡Espero que hayas disfrutado tú tiempo Takemichi!, nadie te recordará... ¿Quieres recordarlos?, eso sería aún más triste para ti

Hanma veía el suelo sin hacer nada, no podía intervenir, el rubio podría lastimar físicamente al azabache y eso es lo que último que quería, Takemichi sollozo un poco antes de alejarse de la mano del rubio.

—¡Adiós príncipe!

¡Hola? ¿Como están?.
No tengo nada que decir, así que buena noche/día.

—🥥

𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆  𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋𝐒حيث تعيش القصص. اكتشف الآن