40. Encuentros y desencuentros (parte 2)

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Jiabao Anzari regresó a la habitación donde tenía espejos que mantenían vigilada la fortaleza, para encontrarse con la sorpresa de que la mayoría se encontraban rotos.

Apretó sus manos en puños, sintiendo que iba perdiendo, por lo que tenía una última carta final, regresando sobre sus pasos hacia la habitación donde tenía prisionera a Lin Zhen, tenía que ajustar cuentas con ella antes de dar su golpe final. Por el pasillo encontró al grupo de cultivadores de los tres clanes restantes, GusuLan, LanlingJin y Yunmeng Jiang, quienes enviaron un mensaje mariposa, indicando donde se encontraban. El líder Zhâo se deshizo del grupo de cultivadores y caminó furioso por el pasillo, viendo a una libre Lin Zhen, quien se hallaba sin los grilletes, pues había sido liberada por el grupo de cultivadores.

Apenas divisó su figura, la tomó del cabello y la arrastró por el pasillo, lastimándola

—¡Me dirás ahora quién te contó sobre mi identidad! – amenazó, mirando con furia mal contenida

—¡NO PIENSO HABLAR! – su valentía era palpable, golpeando con cierta fuerza logrando lastimar el pecho del líder Zhâo, quien gruñó ante la desobediencia de la mujer

—¡Debes obedecer! – estampó la cabeza de Lin Zhen contra el suelo, aturdiéndola por breves momentos, escuchando un fuerte zumbido que no la dejaba en paz, como si fueran campanas tintineantes, perdiendo el sentido de la vista por largos minutos que a Lin Zhen se le hicieron eternos.

Zhâo Yin estuvo a punto de volver a azotar la cabeza de Lin Zhen de no ser porque una onda expansiva lo alejó de ella, ocasionando que chocara con la pared, aturdiéndolo ligeramente.

—¡NO TE ATREVAS A TOCARLA DE NUEVO! – hizo acto de aparición un furioso Huaisang, con un abanico de mediano tamaño, acercándose con prontitud a su esposa, preocupado por ella. Él y Wei Wuxian habían interceptado el mensaje mariposa con la ubicación de Lin Zhen, dirigiéndose con prontitud hacia el tercer piso de la fortaleza.

Wei Wuxian se movió con rapidez, colocando talismanes en la pared, logrando un efecto de arena movediza en dicha pared, atrapando al hombre que lastimó a sus amigos y a la líder Nie.

—A-Zhen, ¿podrías convertirte en una cierva?, serías más ligera y podría llevarte en brazos – su voz denotaba dulzura, intentando convencer a la mujer, quien, cansada y aturdida por el golpe acató la suave petición, tomando la forma animal de su lado alfa, una cierva de mediano tamaño con cola blanca.

—¡USTEDES! – atinó a gritar el hombre, encolerizado, al darse cuenta de lo que habían hecho.

Nie Huaisang tomó a la cierva y la cargó en sus hombros, corriendo por el pasillo, doblando hacia la izquierda, avanzando hacia las escaleras, bajando al segundo piso.

Jiang Cheng bajaba por las escaleras del segundo piso cuando divisó a los lejos las túnicas blancas de Wei Wuxian y verdes de Nie Huaisang

—¡WEI YING! – el nombre resonó por todo el piso de piedra, con ambos mirándose

—¡JIANG CHENG! – se alegraron de verlo, a pie de las escaleras, dispuesto a bajar hacia el primer piso, llevando algo en brazos.

—No hay tiempo que perder, hay que salir de aquí – indicó Huaisang con premura, llevando a su esposa sobre sus hombros, bajando con suma rapidez

—¿Tu esposa? – pregunto Jiang Cheng, viendo a la cierva sobre los hombros de Huaisang

—La estás viendo – acotó – ese imbécil azotó a Lin Zhen con extrema fuerza, ¿acaso no sabe que mi preciosa esposa necesita comer cinco veces al día para mantener su energía?, su consumo de energía espiritual es demasiado alto – rugió Huaisang, indignado por eso – Pero me las pagará en cuanto ponga a A-Zhen a salvo – su mirada y tono de frialdad era algo que no le conocían a Huaisang, pero estaban seguros de que enviaría a ese hombre al infierno sin oportunidad de retorno.

En el Hanshi (Xicheng)Where stories live. Discover now