☠︎︎ "Que esté en la oscuridad no significa que no posea luz". . . .
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Era sábado; el cielo debía estar claro y el sol radiante, como últimamente se veían todas las mañanas. Muchos alumnos ya se habían levantado, en especial los que irían a Hogsmeade.
—Buenos días. —Salude acercándome a los chicos.
—¿Por qué te despertaste tan temprano, Prince? —pregunto Lucius apenas me vio bajar las escaleras, todos estaban pulcramente vestidos.
—Trix fue a mi habitación para levantarme —Frote mis ojos aún con sueño, aunque no eran tan temprano, el reloj marcaba las nueve y cuarenta minutos—. ¿Ya se van? —Tome asiento en uno de los sillones, dejando relajar mi cuerpo en el respaldo, los observé a una distancia prudente.
—Sí. —contesto Rosier.
—¡No es justo! —Se quejo Barty a un lado de Rodolphus—. Yo también quiero ir.
—Iras el otro año. —hablo tranquilamente Lestrange.
—¿Ya nos vamos? —La voz de Bellatrix resonó desde las escaleras.
—¡Por Merlín! —Arqueo una ceja Malfoy y cruzo los brazos con desaprobación—. Solo faltas tú, demoraste un siglo. —Se quejo.
—¡Cállate! —La azabache quería arrancarle los pelos al platino—. Acompáñanos, Rena. —Sonrió, cambiando completamente el tono de voz, me levantó del cómodo sofá en el que estaba.
—No creo que sea buena idea —La mire—. Sabes que aún no soy tan buena recordando el camino.
—Tonterías —Resopló—. Además algún día tendrás que aprender. ¿Qué mejor que hoy? —Suspiré derrotada y me deje guiar al Gran Comedor para desayunar.
—Buenos días, Andrómeda. —Salude a la castaña que ya se encontraba sentada en la mesa de Slytherin.
—Buenos días, pensé que dormirás más tarde. —Tomé asiento al lado de la azabache, lo cual ya era costumbre.
—Bella me despertó —respondí con simpleza—. Yo planeaba dormir hasta la hora del almuerzo. —Me sinceré, normalmente tanto los sábados, como los domingos me levantaba a las once o doce. Lo bueno es que en Hogwarts daban dos hora más para dormir y en vez de ser el desayuno a las ocho, era a las diez de la mañana.
—Buenos días. —Apareció Narcisa, sentándose en la mesa.
—Buenos días. —El saludo de todos se hizo uno solo.
—Bella... —La mencionada soltó un ruido mostrando que prestaba atención—. ¿Podrías traerme dulces de estrellas? —Se sirvió un poco de comida mirando a su hermana.
