"Algunos sueños son tan hermosos y otros tan tenebrosos..." . . .
Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
<...>
—¡Severus! ¡Ven y escóndete! —Agarré al pequeño azabache y lo metí en el armario, ocultándolo con la ropa que se encontraba ahí, dejando ver solo su rostro. Los gritos y golpes que se escuchaban afuera lo asustaron y no solo a él.
—Rena... Tengo miedo... —Lagrimas escurrían por las mejillas del pequeño de ojos oscuros.
—Está bien, yo estoy aquí —Acaricie sus suaves mechones color ébano—, y nada malo te va a pasar, porque yo te protegeré, lo prometo...
Pasos estruendosos y pesados se escucharon desde las escaleras, lo terminé de cubrir y rápidamente cerré la puerta del escaparate con seguro, me metí corriendo debajo de la cama y en las tablas de esta escondí la llave.
La puerta fue abierta de un golpe, contuve la respiración y mi manos empezaron a sudar, estaba aterrada, tenía miedo.
—¡¿Dónde están?! —La voz de aquel hombre rugía ferozmente, podía verle los pies desde mi lugar y ni siquiera podía mantener el equilibrio. Mi cuerpo entero tembló cuando se acercó al armario con dificultad y trato de abrirlo.
Ahí estaba Severus.
—Papá... —Salí de mi escondite y él dejó de forcejear el escaparate, se dio media vuelta mirándome con esos ojos como un poso sin fondo,estaban cegados de locura y rabia, me tomo bruscamente del brazo y me tiró al suelo sin compasión.
—Pagarás por el crimen de haber nacido...
Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
