"Las serpientes no se matan entre ellas, se unen para derrotar a un enemigo más poderoso" . . .
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—El próximo año entrará a Hogwarts —comente feliz—, y adora Slytherin como si fuera su dios soberano, espero que también esté con nosotros.
—Entonces será bienvenido. —opinó Barty. Sev no era de muchos amigos y eso siempre me ponía triste, no le gustaba relacionarse con otra persona que no fuera mamá o yo.
—En todo caso, todo enemigo de los muggle's es mi amigo. —Bellatrix se había inclinado un poco hacia mí, chocando hombro a hombro, ella estaba a mi derecha y Andrómeda a la izquierda, no pude evitar sentirme nerviosa, es muy hermosa.
—Estoy de acuerdo, los muggle's no son más que parásitos. —sentenció el castaño tirando a rubio y después de decir eso tomo la copa para dirigirla a sus labios. Debo admitir que Rosier se veía bastante elegante así, incluso si sabía que era simple jugo de calabaza, algo en mí lo imagina degustando un vino fino.
—¿Podemos quedárnosla? —preguntó entusiasmada Bella mientras me tomaba de los hombros—. prometo cuidarla, me cayó bien.
Mientras la azabache trataba de convencer a su hermana mire de reojo la mesa de profesores, volviendo a chocar mirada con el profesor Albus, el cual sonrió y se levantó se su asiento para, supongo yo, hablar de nuevo.
—No es una mascota, Bella. —Le reprendió Narcissa.
—Yo también puedo cuidarla. —Se le unió Barty hablando con algo de dificultad.
—No hables con la boca llena, Bartemius. —Lo miro mal Lucius, parece la mamá del grupo, Reí por eso.
—¡Slytherin's de primer año! ¡Siganme! —gritó un chico castaño de ojos verdes, al parecer Dumbledore habia terminado su discurso y yo ni enterada, bueno, estaba muy pendiente a la comida, la cual estaba demasiado buena. El chico tenía una "P" brillando en su túnica pulcramente limpia, por inercia mire discretamente la mía, no era de primera mano, por supuesto, pero se veía decente a la vista.
—El es un Prefecto, es el encargado de guiarte, síguelo. —Me susurró al oído la azabache de rulos, asentí y me levante yendo hacia él.
—Espero que nos veamos en la sala común. —Al parecer les caí bien. Me despedí con un gesto de cabeza a Malfoy que salía del comedor como la mayoría de los estudiantes. Mientras esperábamos que se desocupar un poco para que nadie se pierda, él comenzó a explicarnos algunas cosas, como su nombre y que era el encargado de ayudarnos en todo lo que pudiera.
