🌼Capítulo 17🌼

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Sonó la alarma de Teo, después de haber estudiado 2 horas, los 4 nos fuimos a acostar, entré a mi habitación y me fui a lavar, me puse el pijama, miré hacia la casa de Tim, pero no había rastro de que hubieran llegado

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Sonó la alarma de Teo, después de haber estudiado 2 horas, los 4 nos fuimos a acostar, entré a mi habitación y me fui a lavar, me puse el pijama, miré hacia la casa de Tim, pero no había rastro de que hubieran llegado.

Jugué en el móvil por 1 hora, estaba sentado en mi escritorio frente a la ventana de Koky, así podía ver cuando llegara. '22:46' decía la pantalla del celular, estaba a punto de darme por vencido e irme a acostar a mi cama. Llevaba un pijama corto color café, era un short y una playera holgada, hacía calor aunque fuera tarde, así que estuve con la ventana abierta para que entrara un poco de aire de afuera.

Sentí el ruido de un motor apagarse y me asomé por la ventana, vi a la tía Lily estacionar, – al fin – pensé con una sonrisa en la cara. Debieron haber pasado unos 10 minutos y vi la luz del cuarto de Koky prenderse. Yo estaba con la luz de mi cuarto apagada, pero la luz del escritorio encendida, así que él podía verme desde su ventana. Koky se asomó para verme y me saludó con su mano, le devolví el saludo, tomé mi celular y me puse zapatillas, salí por mi ventana.

Cuando llegué donde él, estaba ordenando la ropa que traía en su bolso, me senté como indio en su cama y lo observé en silencio.

Vestía jogger negros, una playera negra larga y ancha, se veía guapo de espalda. Se percató que lo miraba de pie a cabeza y me miró directamente.

– ¿No dirás nada o solo viniste a mirar? – dijo sonriéndome.

– Vine solo a mirar – dije, tomando mi celular y sacándole una fotografía. Me gustaba verlo sonreír y en la foto lo capturé justo en ese momento.

– ¿Qué hiciste? Déjame ver – dijo riendo, acercándose a mí para quitarme el celular.

– Tomarte una foto – dije riendo, mientras lo intentaba alejar con las piernas.

– Bórrala – dijo, luchando más conmigo entre risas y manoteos.

– Jamás – reí.

Su cuerpo estaba sobre el mío, su rodilla derecha estaba entre mis piernas y su pierna izquierda estaba colgando de la cama, yo tenía la pierna izquierda estirada y la derecha doblada, su brazo izquierdo estaba apoyado en la cama, a un costado de mí, su brazo derecho estaba estirado para alcanzar mi celular. Yo tenía ambas manos sobre mi cabeza para evitar que él lo alcanzara, nuestros cuerpos no se tocaban solo por la fuerza que soportaba su brazo izquierdo y su rodilla derecha. Nos reímos por un momento, sentía su respiración sobre mí, pero se puso de pie y tomó su celular.

– Entonces, yo también quiero – dijo, sonó el 'click' de la cámara.

– ¿Me acabas de tomar una foto? – pregunté, fingiendo sorpresa.

– Dos incluso – dijo riendo, mientras volvía a sonar el 'click', me puse de pie para quitarle el celular. – Tres, cuatro ... – comenzó a decir mientras se alejaba de mí, sonando 'click' 'click' 'click'

La luz tras la VentanaWhere stories live. Discover now