Episodio 30.

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—Hey —Lea saludó a su hermano menor cuando se encontraron por casualidad fuera de su casa— ¿Vas llegando recién? Ya es bastante noche, ¿No?

—Hola noona, fui a la librería por un libro pero quise quedarme leyendo un poco y no me dí cuenta del tiempo —contó a medias sin ánimos de dar más detalles.

Kai abrió la puerta para poder entrar a la vivienda con la intención de huir a su habitación para que la mayor ya no le hiciera más preguntas al respecto pero, para su mala suerte, Lea era muy curiosa y siempre estaría pendiente sobre la vida de sus hermanos; la mayor de los hermanos Huening tomó a Kai de la mano evitando que siguiera avanzando.

Kai se giró a verla, esperando lo peor.

—¿A la librería? ¿Te refieres a donde trabajabas? —Kai solo asintió— ¿No estaba ahí Yeonjun? Si lo sigues frecuentando las cosas se pondrán peor y no podrás superar tus sentimientos por él.

—Creo... aunque no te lo conté... creo que no quiero deshacerme de estos sentimientos aún, noona —confesó, bajando la mirada al sentirse inseguro.

—¿Y ahora de qué hablas, Kai? ¿Ya se te olvidó que Yeonjun solo te ve como un hermano o un buen amigo? Si sigues conservando esos sentimientos solo te harás más daño.

—Ayer cuando fui en la tarde a la lavandería nos encontramos ahí por casualidad y... pudimos hablar un poco, dejamos el pasado atrás y quedamos en que podemos comenzar desde cero; yo... sé que yo fui el culpable de que las cosas se salieran de control por no saber controlar mejor mis emociones así que quiero volver a intentarlo pero ahora tomando el tiempo necesario para que él y yo nos conozcamos mejor... ¿Acaso crees que esté tan mal que no me quiera rendir, noona?

La mayor miró el rostro del más alto notando su sinceridad y al mismo tiempo aquel anhelo combinado con tristeza que se podía apreciar en su mirada cristalizada, Lea solo suspiró soltando el brazo del menor para luego apoyarse en una de las paredes del pasillo cruzando sus brazos.

—Se nota que andas enserio con Yeonjun pero, aunque no quiero ser pesimista, no te hagas altas expectativas, ¿Ok? Si quieres intentarlo pues adelante Kai, no te detendré, pero solo quiero que sepas y entiendas que mientras más avances más difícil será regresar, cuanto más compliques las cosas más imposible será volver a dejarlas como estaban; eres mi hermanito y por lo tanto eres importante para mí, ¿Sí? Es por eso mismo que me preocupo tanto por ti, tonto.

—Entonces... ¿Estás diciendo que puedo volver a intentarlo, Lea noona?

—Sí pero si te vuelven a hacer llorar le diré a Hiyyih que te consuele porque yo ya no lo haré —negó con un gesto y luego siguió avanzando por el pasillo rumbo a la cocina.

Kai solo sonrió completamente reanimado sabiendo que de nuevo contaría con el apoyo y los consejos de su amada hermana mayor.

°°°
Yeonjun movía su mirada de un lado a otro sin saber cómo sentirse exactamente, de un momento a otro había llegado a estar dentro del auto de la familia de Soobin y ahora mismo iba sentado al lado de su amado chico pelinegro mientras la señora Choi iba manejando rumbo al complejo apartamental; las luces de la ciudad pasaban deprisa llenando de destellos de diferentes colores y tonos su entorno al avanzar, el aire fresco golpeaba suavemente contra su rostro al colarse por la ventanilla del coche haciéndole cerrar ligeramente sus ojos, palpó el asiento notando la calidez y la suavidad de este sintiéndose un poco más cómodo pero, al palpar en medio de aquella tenue oscuridad, no se dió cuenta de la presencia de la mano de Soobin en aquel sitio y se sorprendió un tanto cuando sus manos se tocaron, alzó deprisa su mirada en busca de la mirada marrón del pelinegro el cual lo miró curioso por un segundo pero luego le sonrió divertido al notar la sorpresa y quizá pánico en el rostro de Yeonjun.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Where stories live. Discover now