Episodio 28.

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Todo el alumnado había vuelto ya a sus respectivas aulas después de que sonara el timbre anunciando el final de la hora de receso; en el aula 1-A estaban centrados, anotando en sus cuadernos todo lo que el profesor de matemáticas iba anotando en el pizarrón ya que les había mencionado que eso también estaría en los próximos exámenes.

Mientras todo el salón guardaba silencio y solo se escuchaba la voz del docente, en la mente de nuestro chico pelinegro, Soobin, parecía haber todo un lío y claro que no era para menos, hace tan solo un par de minutos había dado su primer beso y para colmo fue con un chico; por un lado, existía esa vocecita en su interior diciéndole que había hecho lo correcto, que había hecho bien al seguir lo que su corazón le dictaba y le pedía a gritos que hiciera y hasta incluso se cuestionaba porqué no se había arriesgado mucho antes a obedecer esos sentimientos que le hacían solo correr en círculos pero, por otro lado, había una alarma punzante en su cavidad mental que le recordaba todas las órdenes de su madre que le había impuesto en su vida desde pequeño diciéndole tantas advertencias y tantas cosas malas sobre las personas que tenían una orientación sexual distinta a los heterosexuales, ¿Qué pasaría con su progenitora el día que se enterase de su repentino cambio sentimental? ¿Cómo actuaría ella y qué pensaría sobre él? ¿También lo vería como una persona repugnante y se alejaría de él? No iba a mentir, Soobin tenía miedo, miedo de desagradarle a la persona que más le había amado en el mundo porque tenemos que aceptar que ni siquiera Yeonjun podría equivaler el gran amor que le había tenido su madre desde que Soobin vino al mundo.

¿En qué momento se lo contaría? ¿Siquiera existiría un momento idóneo donde tranquilamente pudieran hablar del tema sin que alguno de ellos perdiera la cabeza? Lo dudaba.

Finalmente, luego de estar andando en bucle saltando de una pregunta a otra dentro de sus pensamientos, el timbre sonó nuevamente anunciando que había terminado el módulo de clases y con ello también terminó el horario escolar de ese día del 1-A; aquel sonido bastó para sacar a Soobin de su pequeño trance y volver al presente notando cómo el docente borraba todo lo que había anotado dejando limpio el pizarrón al igual que su cuaderno que estaba completamente en blanco al no haber anotado nada, por un momento entró en pánico al saber que no tendría nada para estudiar para los exámenes pero al ver a su costado y notar la libreta de Yeonjun llena de apuntes sonrió para sus adentros sabiendo que podría pedírsela más tarde.

-Hey, Soobin hyung, no vayas a olvidar preguntarle a tu mamá si podemos juntarnos en tu apartamento a estudiar.

Soobin volteó sobre su asiento para ver mejor al chico que le había llamado sonriéndole para él en el acto.

-Claro, Tae, yo le preguntaré en cuanto llegue a casa pero como te digo, no se hagan muchas esperanzas, ¿Ok? Dudo que ella vaya a aceptar.

-Pues dicen que la esperanza es lo que muere al último, así que arriba las esperanzas abuela -ese fue Beomgyu que se unió a la conversación bromeando un poco- oye Yeon hyung, ¿Aún nos queda tiempo suficiente antes de entrar a trabajar, verdad?

-Hmm... nos quedan aún unos veinte minutos, ¿Ocupas algo, Beom? -le miró inquisitivo luego de haber revisado la hora en su celular volviendo a guardarlo en su bolsillo.

-Ando con hambre -confesó entre risas, algo apenado- ¿Podemos ir y comprar algo de comer para llevar a la librería? Sirve que también le compramos algo a Yewon noona.

-No es mala idea, ¿Tienes antojo de algo en especial? Aunque si me preguntas a mí también ando con hambre porque no me había dado hambre hace unas horas en el recreo y no quise comer-mintió, aunque en parte no era mentira porque se le había quitado el hambre por no andar de buen humor.

-¿Enserio, hyung? Entonces si ustedes dos van a comer yo me uno, hace rato tampoco pude comer a gusto porque me pidieron que cubriera un puesto en un partido de básquet -comentó Kang mientras sacaba de su mochila una banda de frente para deporte tratando de darle más validez a sus palabras.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora