Episodio 27.

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—¡Yeonjun hyung~! —Soobin corrió hasta la entrada del aula yendo a atrapar al aludido en un fuerte abrazo mientras que Yeonjun solo le miraba muy confundido y asombrado por aquel acto tan inesperado— ¡Te extrañé mucho, creí que nunca más te volvería a ver~!

Yeonjun negó riendo mientras hacía todo lo posible por alejar a Soobin y salir de aquel abrazo hasta que lo logró.

—Ayer parecías muy confiado en tus papelitos luciendo presumido diciendo que este castigo no era nada para ti y ahora vienes casi llorando... perdiste todos tus puntos de atractivo —bromeó mientras esquivando a Soobin se dirigió hasta su asiento.

—Uno preocupado por ti y tú solo te burlas en cuanto me ves... eres malo hyung —fingió llorar mientras se llevaba una mano al pecho.

—Oigan, no quise ser chismoso pero escuché lo que estaban diciendo ahorita... Soobin hyung, ¿Te castigaron? —comentó Beomgyu, su rostro tenía una expresión entre sorpresa y burla.

—Uhm —afirmó el aludido— pero no me arrepiento de nada.

—¡Woah! Que varonil~ —habló Beomgyu entre risas ganándose una mueca de ojos en blanco por parte de Soobin— ¿Y qué hiciste para que te castigaran?

—Sobre eso... —por un instante se detuvo al hablar mirando a Yeonjun de reojo— es una larga historia que preferiría no contar por respeto a muchas cosas...

Yeonjun le miró al escuchar aquellas palabras, se sintió agradecido de que el pelinegro lo tomara en cuenta y que no fuera por la vida contando sucesos algo íntimos de otras personas; una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del mayor pero luego la ocultó por cuenta propia apretando sus labios.

—Hyung —Taehyun volvió a tomar la palabra palmeando el hombro de Soobin— ¿Te enteraste que ahora Beom y yo vamos a trabajar junto con Yeonjun hyung? ¿Vas a ir a hacernos compañía en la librería?

—Ah... sí me contó sobre eso pero, ya sabes, acabo de contar que estoy castigado así que no podré salir de casa en mínimo un mes...

—¿Y si le dices a tu mamá que tienes que salir para estudiar? Probablemente acepte si le cuentas que vamos a tener exámenes pronto —comentó, haciendo que todos recordaran aquel hecho.

—Eso es cierto pero... —suspiró, apartando la mirada con una sonrisa vacía— conozco a mi madre y créeme que ella haría de todo con tal de que se cumpla lo que se propone; seguro que solo me dejará estudiar en casa.

—Entonces podríamos hacer un día de estudio en tu casa —ese fue Beomgyu— no creo que tu mamá nos corra a patadas, ¿O sí?

—Ahora que lo mencionas... ¡No suena mal~! —sus facciones se decoraron en una tierna sonrisa por la emoción.

—Lo siento por arruinar el momento pero, ¿Acaso ya se les olvidó que tenemos que trabajar todo el día todos los días? No podemos ir a su casa si tenemos que ir a la librería —habló Yeonjun llevando a los demás de vuelta a la Tierra.

—¿Y si vamos en la noche? Podemos hacer pijamada de estudio —Beomgyu no se quería rendir con aquella idea— cuatro cabezas piensan mejor que una... además que no quiero estudiar sólo~ —se quejó en un puchero tomando por los hombros a Soobin sacudiéndole.

—¡Ok, ok! Lo hablaré con mi madre pero no tengas muchas espectativas.

—¿Y si en vez de pedirle permiso solo llegamos de sorpresa? 

—Si hacemos eso solo le vamos a causar más problemas; no insistan tanto, solo dejen que Soobin convenza a su mamá y ya —Yeonjun finalizó la conversación mirando unos instantes al pelinegro sentado junto a él y luego se volteó hacia el frente cuando escuchó que el profesor había llegado.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora