Episodio 25.

40 7 0
                                    

—¿Y quieres que me crea eso? —bufó con fastidio la mamá de Soobin— soy tu madre, Soobin, no me puedes engañar con cualquier pretexto.

El pelinegro de hoyuelos se encontraba de rodillas en el suelo, con la mirada gacha frente a la mujer y los brazos elevados hasta arriba en el aire como castigo mientras escuchaba la reprimenda de su madre; resulta que esa mañana cuando decidió volver a su apartamento luego de despedirse de los hermanos Choi del apartamento vecino su madre se encontraba aún despierta, lista para cuando su “rebelde” hijo decidiera volver para castigarlo debidamente.

—Ya hemos pasado por esto otras veces y nunca aprendes —suspiró, llevando su mano a su entrecejo; se le notaba el cansancio— te quedas sin celular y sin salir por un mes, también tendrás que ayudar siempre en casa en cuanto vuelvas de estudiar; conociéndome sabes que eso es poco así que ni te quejes.

La mujer finalizó para luego irse a su habitación no sin antes darle un buen jalón de orejas a su hijo, Soobin se quejó en silencio frotando su oído una vez que la mayor cerró la puerta a sus espaldas.

Soobin se quedó en ese mismo sitio, se preguntaba porqué su madre era tan irritable y porqué nunca parecía creerle, ¿Es que acaso realmente era un hijo tan desobediente o mentiroso? Según él no se etiquetaba así; suspirando se puso en pie caminando en círculos pensando en qué podría hacer ahora, no podría salir de ahí para nada más que para ir a la preparatoria, estaría completamente incomunicado mientras se encontrase ahí y por ende no podría llamar o mensajear a Yeonjun para saber si ya se encontraba mejor luego de todo lo ocurrido la tarde-noche del día anterior.

Aunque pensándolo bien, ¿Realmente tenía siquiera el valor para pararse frente a Yeonjun?

El rostro de Soobin se puso de un marcado color rojo una vez que en su cavidad mental apareció como película la escena de la noche anterior cuando mientras estaban en la habitación de Yeonjun le dió por querer abrazarlo y, a los pocos segundos, lo tenía encima de él a nada de besarlo, aunque siendo honestos, ¿No fue Soobin mismo el que quiso besar primero a Yeonjun en ese momento?

—¿¡Me estoy volviendo loco!? —murmuró con tal de no llamar la atención de su madre nuevamente mientras exasperado frotó su rostro.

Soobin no lo sabía o no lo quería aceptar pero su realidad era que ya había sido cautivado por la ternura de Choi Yeonjun.

°°°
—Luego de la tormenta de ayer me dan ganas de quedarme una noche más... —tomó su mentón, pensativa mirando a la nada.

—Noona ya te dije que no es necesario, tan solo mira el cielo, ¡Está azul! No habrá otra tormenta pronto —Yeonjun sacó de sus preocupaciones a su hermana la cual seguía más asustada que él por alguna posible amenaza de tormenta.

—¿Pero y si ocurre de nuevo? ¿Quién estará aquí para cuidarte en ese entonces?

—Ya sé que les tengo una fobia demasiado incontrolable, lo sé, pero si he sobrevivido hasta ahora podré seguir por mi cuenta, además que tampoco es como si te pudieras quedar a vivir aquí conmigo, tú también tienes tus propios asuntos que atender, noona.

—¡Hmm! Bien, está bien, me iré pero tienes que prometerme que si no te sientes seguro estando sólo me tienes que avisar, si es necesario vendré nadando en plena tormenta, ¿Ok? —tomó por los hombros al menor mirándole directo a los ojos.

—Que sí, que sí, yo te llamaré si siento que me dará un paro cardíaco —bromeó logrando que la mayor le diera una mirada asesina— ¡Mira! Creo que ese es el taxi que pedí; anda ya, me saludas a nuestros padres cuando llegues y gracias de nuevo por pasar el rato conmigo, Chaeyoung noona.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Where stories live. Discover now