Episodio 15.

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La jornada laboral había terminado ya hace un par de minutos, todos los clientes ya habían salido de la instalación y ahora todo el sitio estaba vacío llenando el lugar solo con las sombras y siluetas que se pintaban por los muebles de la librería; Kai se encontraba detrás del mostrador incrustando la pequeña llave plateada en la caja fuerte terminando de guardar el efectivo de las ventas de ese día mientras que Yeonjun estaba dentro del vestidor cambiando su playera del uniforme de la librería por su camisa del uniforme escolar.

—¿Nos vamos, Kai? —inquirió el mayor una vez que salió, su mirada era inexpresiva difícil de leer.

—Hmm... creo que me quedaré un rato más, tengo... tengo algunas cosas que arreglar aún; si quieres puedes irte, Yeonjun hyung —mintió, una sonrisa falsa decoró sus facciones.

Yeonjun le miró dubitativo por un segundo, en el fondo sabía que aquello no era cierto y que Kai estaba actuando distinto a lo usual pero no quiso seguir escarbando en el asunto, después de todo no era tonto y sabía que algo pasaba últimamente por la mente del menor y la conversación que habían tenido hace un par de horas así se lo afirmaba, así que solo se despidió del chico con una ligera reverencia y un movimiento de manos; caminó hasta la gran puerta de cristal dispuesto a salir e irse a su hogar pero no contaba con el fuerte aguacero que justo estaba cayendo, ¿Que hace un par de horas no estaba el cielo estrellado brillando como nunca? Pues sí, pero los cambios del clima son impredecibles, tan impredecibles como la mente humana.

Se quedó ahí de pie con la mano colocada en la manija sin atreverse a salir de la librería porque sabía que sería empapado en cuestión de segundos, se odió por un instante al cuestionarse porqué había comprado una sombrilla plegable si nunca la llevaba con él en ocasiones como esas; decidió esperar por un par de minutos con la esperanza de que la lluvia parase o mínimo se hiciera más liguera pero no aparentaba que dicho suceso fuese a ocurrir así que finalmente le vino una idea a la mente la cual era mandarle un mensaje a Soobin para que fuera a buscarlo pero justo cuando sacó su celular de su bolsillo y entró al chat destinado su atención fue robada por unos golpes en el cristal de la puerta frente a él los cuales lo sorprendieron dándole un susto.

Era Lea, la cual estaba de pie afuera resguardándose de la lluvia bajo un paraguas negro mientras en su mano izquierda sostenía otro paraguas; al instante Yeonjun supuso que había ido a buscar a Kai así que abrió la puerta para dejarla pasar.

—Hola de nuevo, Yeonjun —saludó con una sonrisa de labios la cual fue correspondida— ¿Qué tal el día? ¿Mi hermanito no te molestó mucho?

—Para nada —contestó entre risas— estuvo muy tranquilo el día pero desgraciadamente tuvo que llover justo ahora... —suspiró.

—Ya veo...

Lea miró al contrario, miró la lluvia a través de los ventanales y luego su vista se perdió en el resto de la librería buscando con su mirada a su hetmano sin poder encontrarlo a simple vista pero luego de enfocar mejor su mirada lo pudo encontrar hecho bolita sentado en el suelo al final de uno de los pasillos abrazando sus rodillas mientras sostenía un libro frente a él dejando solo visibles sus pequeños ojos tristes.

La mayor de los Huening no pudo evitar sentir cierto dolor en su pecho al apreciar dicha escena de su hermano menor.

—¿Te ibas a ir sólo, Yeonjun? ¿Hoy no pensabas acompañar a Kai a casa como antes hacías?

—Le pregunté si se iría a casa pero dijo que tenía cosas que hacer aún así que por eso me iría yo primero —se giró sobre su hombro mirando el fondo buscando al pelinegro con la mirada— seguro sigue ocupado aún, sino ya habría venido.

—Veo... que no llevas un paraguas, ¿Cierto? ¿Porqué no se van juntos y comparten este? —ofreció estirando el brazo señalando el paraguas que no había abierto.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Where stories live. Discover now