Episodio 16.

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El rugido de la tormenta azotando la ciudad, un constante y molesto tic tac proveniente del reloj de la mesita de noche, el casi inaudible sonido del aire acondicionado, su respiración y palpitaciones al igual que las del chico dormido junto a él eran los únicos sonidos que acompañaban a Soobin en aquella noche de insomnio.

La mirada preocupada de Soobin brillaba en plena madrugada al ser iluminada con la poca luz lunar que se filtraba a través de la ventana de la habitación ajena en la que se encontraba, curioso giró su rostro sobre su hombro para mirar la hora en el reloj de la mesita de noche ubicada a sus espaldas notando que recién faltaban 13 minutos para las 5am, luego regresó su mirada al frente mirando con empatía al chico que dormía placentero aún entre sus brazos; la noche del día anterior cuando Yeonjun llegó empapado a su apartamento terminó quedándose completamente dormido luego de sentirse agotado mientras lloraba entre los brazos de Soobin, el pelinegro no había tenido oportunidad de preguntarle siquiera qué era lo que le tenía de aquella forma y durante toda la noche se había estado cuestionando una y otra vez qué o quién podía afectar de aquella forma a Yeonjun como para derribarlo de tal manera y, ahora se encontraba él mismo ahí, más de 5 horas transcurridas tratando de resolver un rompecabezas mental del cual no estaba siquiera seguro de sus piezas, lo único que pedía era que pronto saliera el sol para poder hablar correctamente con el mayor y tratar de encontrar una forma de ayudarle y animarlo.

Pero aún así, aún cuando sabía que no lograría concretar sus ideas hasta escuchar la historia contada por la boca de Yeonjun algo en su mente le seguía pidiendo que tratara de resolver aquella historia desconocida, había una pequeña voz dentro de sí que le decía que él ya tenía las piezas de ese rompecabezas y que solo necesitaba ponerlas con las caras correspondientes al descubierto para que pudiera ver la forma final; le siguió dando vueltas al asunto mientras admiraba las facciones del rostro ajeno ubicado a centímetros del suyo dejando pequeñas caricias imperceptibles en los mechones del chico dormido preguntándose una y otra vez quién habría sido capaz de hacerlo llorar de tal forma y, entonces, en su mente se reprodujo tal como cinta de película aquella escena cuando Kai le pidió que se alejara de Yeonjun la tarde que estuvieron juntos en la librería.

"¿Será Kai el causante del llanto de Yeonjun hyung?" pensó.

En ese momento la tormenta aumentó de intensidad, el fuerte viento se filtraba por las rendijas de los cristales de la ventana haciendo sonar un silbido agudo, los relámpagos y truenos no tardaron en hacerse presentes y en cuestión de menos de un minuto comenzaron a perturbar el profundo sueño de Yeonjun con sus fuertes estruendos haciendo que se estremeciera del susto aferrándose a la camisa del chico pelinegro.

Yeonjun temeroso abrió lentamente sus ojos al sentir la presencia ajena cercana a él y al percibir el rostro del menor el cual le sonreía ligeramente para tranquilizarlo recordó al instante todo lo ocurrido antes de caer rendido en brazos de Morfeo, ¿Se sintió avergonzado? Sí, pero no podía atreverse a ahuyentar a Soobin después de todo lo que había hecho por él... además que tenía miedo de quedarse sólo en plena tormenta eléctrica.

-¿Estás bien, Yeonjun hyung? -cuestionó el pelinegro una vez que notó al mayor ocultarse en su pecho.

-Uhm -afirmó, sin atreverse a mirarle.

-... seguro que no tarda en quitarse la tormenta, ¿Puedes seguir durmiendo o te dan miedo los relámpagos aún, hyung?

-Ya se me fue el sueño, aunque no me dieran miedo los rayos no podría volver a dormir -bufó molesto mientras empuñaba con más fuerza la camisa del menor cada que sonaba un fuerte estruendo de los rayos.

Soobin se quedó en silencio sintiendo el ligero temblar del cuerpo ajeno aferrándose al suyo como si fuese su mejor refugio y no pudo evitar sonreír al pensar que Yeonjun era demasiado tierno al ser tan asustadizo; se acomodó de una mejor forma en la que pudiera sostener al mayor entre sus brazos mientras ambos se encontraban frente a frente, Yeonjun sintió un deja vú en dicha posición al recordarse junto a Soobin aquella noche que durmieron juntos cuando el pelinegro estuvo enfermo y se le hizo familiar aquel acto pero aún así no pudo evitar sentirse avergonzado al estar tan cerca de aquel chico.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum