Episodio 8.

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A la mañana siguiente Yeonjun se despertó acompañado del sonido de su alarma del celular, se dispuso a silenciar dicho aparato mientras se sentaba frotando sus ojitos para terminar de despertar por completo y en ese momento mientras observaba la habitación cubierta en oscuridad pudo notar que Kai ya no se encontraba acostado en la cama así que guiado por la curiosidad sobre el paradero del menor se levantó saliendo de la habitación yendo escaleras abajo una vez que pudo percibir algunos ruidos y luz proveniente de la cocina.

Al inicio Yeonjun se acercó lento al pensar que quizá se trataba de los padres del pelinegro y no quería molestar con su presencia ahí pero una vez que se acercó lo suficiente pudo notar a aquel chico delgado de tez blanquecina con un semblante enfocado mientras terminaba de servir el desayuno, sirviendo la mesa; Choi le miró con una sonrisa impregnada de asombro, cariño y ternura terminando por dar los pasos que restaban para quedar frente al menor que le miró un poco avergonzado por haber sido descubierto antes de tiempo.

—¡Buenos días, Yeonjun hyung~! ¿Hice tanto ruido que sin querer terminé despertándote? —alzó ligeramente su mirada curioso buscando los ojos marrones del mayor.

—Para nada, Ning —sonrió tiernamente mostrando sus blancos dientes mientras acariciaba los cabellos negros despeinados del menor— me desperté con mi alarma pero como no estabas en la habitación quise bajar para buscarte; ¿Hiciste tú sólo todo esto? ¡Se ve delicioso!

—Uhum... —afirmó apartando su mirada, al parecer aún no se acostumbraba a la presencia del más alto— y gracias pero la verdad no es nada extraordinario, solo son huevos revueltos, jugo y fruta... cualquiera podría preparar esto.

—Pues aún así hiciste un trabajo muy bueno, no deberías de menospreciar tu esfuerzo —obsequió una sonrisa de labios mientras acariciaba el brazo del menor.

—Bueno... ¿Porqué no te sientas para que desayunemos juntos, Yeonjun hyung? Aún es temprano así que creo que tenemos tiempo suficiente.

—Te tomaré la palabra porque muero de hambre, ¡Muchas gracias, Ning! —aceptó con una gran sonrisa mientras tomaba asiento y el menor hacía la misma acción.

Ambos se quedaron degustando de los alimentos que Kai preparó mientras compartían conversaciones sobre cosas básicas para conocer un poco más el uno del otro; finalmente cuando terminaron de desayunar ambos se incorporaron para limpiar lo usado y dejar todo en orden para volver a subir a la habitación y poder comenzar a prepararse cada uno para sus días, Kai se cambió poniéndose el uniforme de la secundaria a la que asiste y Yeonjun se cambió deprisa la ropa colocándose la ropa que llevaba la tarde anterior ya que sabía que tenía que irse lo antes posible para volver a su apartamento en busca del uniforme de la prepa ya que lo había dejado la tarde anterior cuando dejó a Soobin en su respectiva vivienda.

Ambos bajaron juntos las escaleras cuando estaban listos, Kai aún se quedaría en casa un momento más pero decidió ser cortés y bajar para despedir al contrario.

—Muchas gracias de nuevo por tu visita y ayuda, Yeonjun hyung; enserio que si no fuera por ti ahora mismo seguiría muy estresado con todo tipo de pensamientos en mente pero ahora mismo hasta la fiebre se fue gracias a tus cuidados —hizo una reverencia agradecido, el mayor soltó una risilla enternecido por el pelinegro.

—No es nada, enserio, ya sabes que cuando necesites de mí puedes llamarme y aquí me tendrás ya sea para cuidarte, darte consejos o ayudarte con tus estudios y prácticas de piano... estaré para ti cuando me necesites, Kai.

—¿Enserio, hyung? No quiero ser muy encimoso pero ya que lo propones... lo tomaré en cuenta cuando no sepa cómo mejorar en el piano, enserio que muchas veces me estreso porque no sé cómo tocar bien... —inconciente hizo un puchero triste apretando sus labios y bajando la mirada, Yeonjun lo notó y suavemente palmeó la cabeza del más bajito.

El chico del apartamento 512 •||| YeonBin |||Where stories live. Discover now