HeeRan tiene una mala racha en su galería de arte desde hace meses, luego de recibir una visita inesperada de dos hombres misteriosos que le proponen ayudarla con todos sus problemas con la condición que también resuelva los suyos.
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Llegó a un lugar muy apartado, se miraba que era un lugar deshabitado para que él estuviera ahí. Sin embargo, al llegar hasta el lugar de unas bodegas y comprobar que era la dirección, siguió hasta encontrar una motocicleta estacionada.
El vehículo lo conocía, ya que algunas veces el castaño llegaba en ella. Estacionó cerca de este para bajar de su auto, al llegar a la puerta se percató de que esta estaba entreabierta, por lo que simplemente empujó esta y entró. Miró el lugar, siendo muy diferente a lo que había afuera, estaba completamente ordenado.
A veces tenía en mente que vivían como los consumidores de drogas que se han echado a perder, viviendo en la suciedad o bajo un puente. También tenía esos pensamientos de JiMin, su proveedor.
Localizo a JungKook, donde estaba pintando una cosa muy diferente a lo que le llevaban a la galería. La música estaba en tan alto volumen que no recuerda si esta se escuchaba afuera de esas cuatro paredes. HeeRan se acercó cautelosamente hasta quedar a su lado, el lugar se dividía como si fueran tres tipo de áreas diferentes. Una tenía el aire de ser un gimnasio en casa, el otro a un pequeño departamento con cocina, baño y cama, y el último un área de estudio o arte.
El olor a comida llamo la atención de HeeRan, mirando que había una caja con hamburguesas y papas fritas, y no dudó en tomar una de las últimas mencionadas. JungKook, al percatarse de esa acción, se sobresaltó al verla ahí.
— Es hermoso. — miro el cuadro que estaba ya hecho — ¿Le falta para que lo termines?
JungKook, no sabía que estaba haciendo ahí, pero sabía muy bien de que lo estaba desconcentrando — Dame un momento.
Regresó su concentración al lienzo que estaba por terminar. De esa forma, la peli azul se tomó la libertar de hurgar por el lugar, era muy llamativo para ella. Cada uno estaba en sus pensamientos, HeeRan en querer conocer mejor al hombre que estaba hipnotizando con sus encantos. Mientras que JungKook luego de tanto tiempo volvía a experimentar el miedo, no quería ser descubierto y poner en riesgo a su hermana, y a la familia que había hecho fuera de todo ese mundo que había sido arrastrado por los Min.
También estaba en negación de ser el centro de atención. Escuchaba los movimientos que hacia la peli azul, que observaba todos los detalles del lugar. Ella llego hasta una estantería y miró que tenía muchas cosas que relacionaban a JungKook con el arte. Tanto sketchbooks que se identificaban con años, siendo el último hace diez años, como también libros de estudio de diferentes épocas, demostrando que el castaño conservaba cosas de su infancia y adolescencia.
Cuando iba a tomar uno de los cuadernos de pintura, su atención fue enviada a un árbol artificial hecho con hierro, como decoración tenía bolsas con restos de pintura roja. Era lo más raro y bello que había visto. Sabía que él tenía potencial para explotar.
Ha sido lo mejor que ha tenido en el lugar luego de SeokJin. No entendía como JungKook había terminado como un camello.
— Por Dios... ¿qué es esto? — JungKook del grito que pego la peli azul se levanta del susto buscando donde estaba hasta verla en su creación — Es tan... revolucionario pero tiene esa pizca de proyectarte temor.
— ¿Hay algo de malo en él? — el castaño no quería mostrarse afligido, la curiosidad podía arruinar todo — ¿Debería de transmitirte miedo?, ¿eso deberías sentir?
HeeRan lo mira a los ojos, se miraba diferente a otras veces — No lo sé, eso deberías de saberlo tú. ¿Qué quieres transmitir?
Entendía a lo que se refería, ella quería transfondo de algo que no había sido con el propósito de exhibirlo como una obra de arte. Quería tirar eso desde hace bastante tiempo, pero tenía recuerdos que sabía que no podía tirar a la basura tan fácilmente y tenerlo de forma física hacia que él no se sintiera más hundido.
Pero las palabras de emoción por la ignorancia de HeeRan por primera vez hicieron algo dentro de él, como si lo malo que hizo no podía ser juzgado, cuando era todo lo contrario. Cuando la peli azul se levanto para comentar otra cosa sobre el árbol de bolsas, JungKook se lanzó a besarla y llevándola hasta una mesa.
...🖼️🩸🔪...
Pasarón toda la noche en cama de JungKook, satisfaciendo sus necesidades más primitivas. No sabían que estaba pasando entre ellos dos pero estaba creciendo algo que no querían colocarle un nombre. Al día siguiente fueron hasta la galería, HeeRan quería enseñarle unas propuestas que estaban ofreciendo para él.
No había mucha conversación, se centraban en temas tribales y luego la música en el auto de HeeRan hacia presencia la mayoría de tiempo.
— ¿Quieres que hable con NamJoon para que te deje hacer esto o...?
La conversación fue interrumpida por encontrar a una JiWoo intentando esconderse detrás de su folder, mientras que una MinJi muy enojada estaba sacando los cuadros de esa pared con fuerza.
La rubia tenía tiempo de escuchar a MinJi enojada, no sabía que contestar hacia la otra chica, los gritos por no ser valorada, diciendo que son un público estricto que acepta cualquier estupidez, hacían que perdiera su cordura.
— HeeRan tampoco me valora, me ignoraba por SeokJin y ahora lo hace con ese tipejo que se hace llamar Golden Man, —hizo comillas en el nombre — ¿sabes que no todo lo que brilla es oro?, con sus aires misteriosos, lo hacen ver patético.
Cuando las dos conversaciones fueron interrumpidas por la otra, solo quedo un gran silencio. MinJi estaba en un tipo de remodelación, llevando nuevas cosas para saber si algo iba a cambiar pero al escuchar lo mencionado por HeeRan sus ilusiones fueron en picada. Golden Man tenía próximos proyectos cuando ella quedaba en el abandono nuevamente.
— ¿Quien es este tipo?
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¿Cómo han estado? Ya tengo terminada esta historia, díganme ¿qué les esta pareciendo?, ya que quedan alrededor de 10 capítulos para llegar al final...
