Lo que nunca dije

Capítulo 35

Camila

— ¿Le dijiste que la amo? ¿Y que la llamaría para el almuerzo? 

—Sí, dijo que eres más necia que mamá y ella juntas —responde Sofi al celular.

— ¿De verdad está bien? Me siento mal por no estar allá.

—Está bien, aún no saben que tiene, pero ya le darán de alta, más tarde tendremos resultados de unos análisis.

—Ok, entonces me mantienes al tanto, igual analizala bien, quédate alerta, sabes cómo es la abuela, con tal de no molestar se aguanta todo.

—Lo sé, estaré muy atenta y cualquier cosa te llamo.

—Bien, estaré con mi celular encima en todo momento, no importa la hora que sea, me llamas.

—Sí, trata de no estar tan ansiosa Mila, tampoco te descuides por tanta preocupación —habla como si temiera que pasará algo malo conmigo.

Ya sé manejar estás cosas, una sobrecarga de ansiedad es normal, pero ya no es algo que maneja mi vida.

—Estoy bien, solo me siento un poco sola sin ustedes…

—Camila… —me volteo a ver a un asistente—, las demás chicas están aquí, deben comenzar a alistarse en uno diez minutos.

—Un segundo, ya entró —tenía está campaña programada desde hace semanas, es de trajes de baño, llegue mucho antes así que salí a un balcón para tener privacidad mientras hacía esta llamada.

—Tengo que colgar, ya sabes…

—Sí, te llamaré cualquier novedad.

—Gracias, hermana, te amo —cuelgo la llamada y entró al estudio.

Lo primero que me recibe es la carcajada de Lauren.

Cómo me encanta escuchar esa risa, muerdo el interior de mi mejilla ubicándola, está hablando con Sara Sampaio, me imagino que ya las presentaron.

No la veía desde la mañana en mi departamento, después de esa noche, no creía que fuera posible que mi deseo hacia ella aumentará, pero definitivamente, me calló la boca, porque deseo a Lauren y no solo de una forma sexual, deseo verla reír así conmigo, deseo solo ver películas con ella, deseo escucharla hablar, deseo que siga escuchandome y entendiendome cómo lo hace, deseo tanto que siga en mi vida, que no me importa ya nada a nuestro alrededor. Estoy aquí y solo quiero acercarme y al menos rozar su mano.

Vuelve a soltar una carcajada por algo que le dice Sara.

— ¿Verdad que es escandalosa? —me sobresalto cuando hablan a mi lado.

Reconozco a Lucy Vives apenas mirar su perfil.

— ¿Mmm? —me mira y regresa la mirada a Lauren.

—Se ríe escandalosamente, siempre le he dicho que debe reírse con más delicadeza.

—Para mí su risa suena encantadora —a pesar de lo que digo no es muy buena idea, no me retracto—, su risa es vibrante.

—Uhh, con que vibrante —se ríe como si hubiera dicho la cosa más absurda, pero ella lleva su mano frente a sus labios para que no vea su boca cuando ríe.

—Camila —Sara me hace una señal desde la distancia cuando me ve, lo que hace que no le diga nada a Lucy y a la vez Lauren voltee a verme.

Podría ponerme a babear por ella justo ahora, que vergüenza.

—Disculpame —me despido de Lucy, ni siquiera nos conocemos, no entendí su comentario, solo me hace pensar que estaba siendo muy obvia mientras admiraba a la mujer que me trae totalmente embobada.