13

591 89 2
                                    

Les agradeceria  que  voten  y  comenten  plis.

Gracias por el apoyo <3

Gracias por el apoyo <3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Eleonor Sleone.

Estaba caminando por el bosque, todo estaba oscuro, el lugar parecía completamente congelado.

Como si el tiempo aquí pasara diferente, por alguna razón estaba ahí, pero no recuerdo haber llegado, ni siquiera recuerdo haber caminado hasta aquí.

Sin darme cuenta tropecé con algo, creo que era un árbol.

Levante la mirada, pero no encontré nada, no había nada, todo seguía oscuro, no había mucho que yo pudiera hacer.

—Es tu culpa —dijeron.

Me volteé, pero no encontré a nadie, fruncí el ceño, ¿qué diablos estaba pasando?, volví a mirar al frente, pero tampoco encontré nada.

—Todo esto es tu culpa —repitieron.

No entendía a qué se refería, pero sí sabía que quería escapar de ahí lo más rápido posible.

Entre más intentaba huir, más intensa se volvía la voz, era como si intentará entrar en mi mente.

El miedo te paraliza y te congela, pero a mí me hace querer correr, huir, esconderme, sin importar que tanto tenga que correr.

—¡Esto es tu culpa! —volvieron a decir, pero esta vez una voz más conocida.

Eso me hizo correr aún más rápido, algunas ramas me rasguñaban, pero eso no me importaba, simplemente seguía corriendo lo más rápido que podía.

—No importa si huyes, seguirá siendo tu culpa —dijo burlándose.

—No, no, no, no, no —dije mientras corría con todas mis fuerzas.

Corre, corre, corre.

Eso era lo único que mi mente repetía, que corriera sin parar, sin mirar atrás.

—¡Es tu culpa! —gritaron.

—¡Ya salte de mi mente! —grité.

De repente todo pareció congelarse y quedarse en completo silencio, como si el tiempo se hubiera congelado por completo.

Me quedé completamente quieta, solo veía el lugar, era un bosque cubierto por una especie de niebla, parecía sacado de una película de terror.

Todo estaba en completo silencio; sin embargo, se sentía como si me estuvieran observando, pero no había nadie a mi alrededor.

Solo árboles, niebla y silencio.

Me volví a girar y me encontré con un hombre, estaba de espaldas.

—Señor, ¿sabe donde estamos? —le pregunte.

En cambio, el hombre no me presto atención, tal vez no me escucho, me acerque un poco y le toque el hombro.

𝕰𝖑 𝕺𝖑𝖎𝖒𝖕𝖔Where stories live. Discover now