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(Podrían votar y comentar, eso me seria de mucha ayuda, gracias por ver)

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Eleonor Sleone.

Empecé a abrir los ojos, todo está oscuro o al menos así lo veía yo, aunque no veía mucho sin mis lentes.

Para mi suerte a mi lado estaba una mesita de noche y sobre ella estaban mis lentes.

Los tomé y me los puse, para mi sorpresa no tenían ni una sola grieta, lo cual es sorprendente teniendo en cuenta que la caída que tuvimos fue tremenda.

Mire a los costados y vi a mi primo Liam, estaba acostado en una cama, tenía unos moretones en la cara y brazos, ¿yo también los tendré?

Mire el lugar detenidamente, era una enfermería, eso era seguro, la pregunta es ¿quién nos trajo?

Recuerdo gritos y que alguien me cargo, pero ya no recuerdo nada más.

Me levanté de la cama, y casi me caí de cara al piso, todo me dolía, mis piernas, mis brazos, todo.

Seguí caminando hasta la puerta, abrí la puerta, todo estaba en completo silencio, parecía que era de madrugada, a mi alrededor solo había hectáreas y hectáreas de pasto, flores y otras cosas.

A lo lejos pude distinguir una habitación, era pequeña, pero era una habitación, empecé a caminar hacia ella, y creo que fue una de las cosas más difíciles, todo me dolía y cada paso que daba me hacía sentir como si me fuera a caer de cara al piso.

Al llegar a la pequeña habitación pude distinguir a dos hombres, uno tenía el cabello despeinado, parecía recién despertado.

El otro estaba en una silla de ruedas, tenía una camisa formal y era de tez morena.

—Hola —dije, hasta el hablar me dolía.

Los dos hombres me miraron, el que tenía la camisa floreada me miró un par de segundos y luego volvió a mirar al otro tipo.

El de la silla de ruedas, si parecía más interesado en mí, se acercó hacia mí con un rostro de preocupación.

—No deberías estar levantada —dijo el hombre, parecía que me estaba regañando.

𝕰𝖑 𝕺𝖑𝖎𝖒𝖕𝖔Where stories live. Discover now