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Eleonor Sleone

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Eleonor Sleone.

Nunca han sentido una mezcla rara de emociones, que primero te hace pensar que es un ataque cardíaco, pero luego te das cuenta de que solo estás procesando lo que te está pasando.

Sí, bueno, eso siento yo ahora solo que esto ya es algo cotidiano para mí.

La mezcla que siento ahora es una entre emoción, felicidad, angustia, ansiedad, miedo, y solo un poco de alivio de saber que ganaré.

Pero aun así no puedo evitar pensar que tal vez podría perder, pero jamás pierdo y sé que eso suena un poco egocéntrico, ya lo sé. Aun así es verdad yo jamás he perdido una sola competencia en mi vida.

—Y los tres finalistas son —la voz del señor Connor, el presentador de esta competencia estaba abriendo un sobre con los resultados de los tres finalistas —nuestro primer finalista es Jordan Lorrens, nuestro segundo finalista es Larry Cartes, y nuestra tercera finalista es... Eleonor Sleone.

Empecé a caminar hacia el escenario mientras los demás aplaudían y nos felicitaba.

Al llegar hasta el escenario nos quedamos parados los tres a en el centro del escenario, el auditorio está repleto y en la primera fila estaba Liam, mi primo menor, junto con mi tío Leo.

—Y de los tres finalistas el que se llevará el trofeo y el premio de 300 dólares será —odio cuando los presentadores hacen pausas dramáticas para crear suspenso, ¿por qué no lo dicen y ya?, no es necesario tanto suspenso— Y nuestro ganador del concurso estatal de Música de New York es ... Eleonor Sleone.

Aplausos, darme el trofeo, sonreír e irme a mi casa.

Esa es la rutina habitual para estas cosas, es lo que siempre hago y tal vez lo que siempre haré en los concursos.

Tome el trofeo, le sonreí a los del público, y me fui sin más

                        ●○°•°•°○●

Estaba en mi habitación acostada escuchando música mientras me paseaba de un lado a otro.

Nunca han sentido que había una parte de sus vidas que les faltaba, pero por más que lo intentarán nunca conseguían recordarlas.

Como un rompecabezas incompleto al cual se le perdieron muchas piezas, piezas que jamás encuentras.

Pues yo me he sentido así toda la vida como si hubiera algo de mi vida que desconozco y que jamás encuentro.

Tal vez solo sea mi imaginación o solo me estoy volviendo loca.

La puerta de mi habitación se abrió y mi tía Erika entró por ella, me quite los audífonos y la mire.

—¿Pasa algo?—pregunte, ella era la esposa de mi tío, era linda conmigo y con mi  primo Liam.

—Nana quiere hablar contigo —me aviso, asentí con la cabeza y salí de mi habitación.

𝕰𝖑 𝕺𝖑𝖎𝖒𝖕𝖔Where stories live. Discover now