Un sueño nada agradable

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El camino a la casa de Shun fue algo incómodo, por lo menos para el menor, pues el mayor simplemente no había emitido sonido alguno en todo el trayecto, cuando llegaron a la casa, Shun lo dejo pasar y seguidamente él para cerrar la puerta.

—Entonces...

—No me molesta ni me pone triste.

—¿Qué?.

—El que hablen de mi esposa, me gusta recordarla. Todos creen que es mejor no hablar de ella por respeto a su memoria y por respeto a mi hijo y a mí, pero, en realidad, me gusta que hablen sobre cómo ella marcó sus vidas.

—En ese caso, ¿por qué no les dice?.

—Es complicado...cuando hablan de ella, yo solo puedo recordar todo lo que hizo durante su vida, por eso me distraigo, porque estoy sumido en mis recuerdos más felices de mi vida. Muchos dicen que si hablamos de los que no están en vida, no los dejamos descansar, pero yo creo que ellos mueren cuando ya nadie habla sobre ellos, porque sólo hasta que eso pase, ellos serán complemente olvidados. Además, hay personas que dicen que ya debo superar su muerte, pero...¿cómo puedes superar la muerte de alguien que marcó tú vida?, con quien fue mi compañera de vida, con la que forme una familia, mi primer y único amor. Simplemente, no puedo superar que ya no está aquí.

—En mi opinión, es bueno, hasta cierto punto, que no lo supere, porque, como usted dice, ella fue parte esencial de su vida. No puede dejar ir tan fácil a aquella persona, el duelo para los mo...para los demás, es distinto, unos pueden seguir con sus vidas, otros sienten que no avanzan de ese punto e incluso hay algunos que siguen avanzado pero existirán días que serán malos. El duelo es distinto para todos, las personas pueden decir "superalo, ya han pasado años", "sólo los dioses saben porque lo hacen", "alegraré, ya no sufre". Existirán muchos más "intentos de consolación" pero, lo que uno necesita es apoyo, no ese tipo de palabras porque, como dije, el duelo es distinto para todos, ninguno es igual al otro.

—...¿te han dicho que eres muy bueno con las palabras? —el menor negó con la cabeza-. Pues lo eres, y tienes razón, nadie sabe por lo que uno pasa...eres realmente sabio a pesar de tu corta edad.

El azabache sonrió nervioso a sus palabras.

"No puedo decirle que estuve estudiando sobre los diferentes problemas de los mortales" —durante un tiempo atrás se interesó mucho por la vida mortal, por lo que conocía algunos temas.

—En fin, ve a descansar, mañana te espera un día pesado, descansa.

—Igual, nos vemos mañana.

Ambos se dirigieron a sus respectivas recamaras, los dos sin perdida de tiempo se acomodaron en sus camas correspondientes, quedando dormidos a los pocos minutos.

...

¡Por lo que más quieran, alguien, ayuda! —se escuchó la voz de un niño.

¡Te dije que alguien necesitaba ayuda!. Tú asegúraste que era un monstruo, pero no, mira bien lo que cuelga en ese árbol —la voz enojada de un hombre joven se escuchaba con gran claridad.

...comprendo lo que usted ve, pero, recuerde que mis ojos pueden ver lo que usted no ve —la voz irritada, pero calmada, de un tercero se escuchó.

¡¿Me estas llamando ciego?!.

Creo, que lo que nuestro hermano intenta decir, es que no confiemos en lo que vemos, sino que tenemos que ver más allá de las apariencias —una voz mucho más mayor a las otras tres se hizo presente—. Además, nuestro hermano siempre que nos ha advertido sobre algún demonio siempre resulta ser cierto.

Monkie Kid: Un Viaje al Oeste DiferenteTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon