Luffy x lectora | ❝¿Acaso existe algo más valioso que tus sueños?❞
Nuestra palabra y nuestros actos nos acaban definiendo como personas. La voz es lo único que nadie puede quitarnos, pero la perdemos poco a poco cuando hacemos promesas que sabemos q...
Me acomodé en la suave cama donde estaba echada. Oí más pasos y reaccioné abriendo los ojos de golpe, viendo a un señor y una señorita acercarse con una pequeña sonrisa.
El señor estaba con un delantal, mientras que la chica tenía en manos una bandeja con comida.
—¿Dónde estoy? —murmuré sentándome. El señor se acercó agarrando dos sillas y las puso al costado de la cama —¿Quiénes son? ¿Qué lugar es este?
—Es mi casa —respondió el mayor y lo miré desconfiada.
—... ¿Qué hago en su casa? —trate de levantarme, sin embargo, chille y caí sentada de nuevo.
Me destapé y divisé varias vendas en mis piernas y brazos, llevé una mano a mi cabeza y apreté los dientes cuando me dolió, tenía otra venda.
—No deberías moverte en tu condición —sugirió la chica y me removí algo incómoda.
Luffy...
Recordé todo lo sucedido y negué levantándome a pesar del dolor.
—Señorita, no haga eso —el señor se levantó y me dirigí a la puerta.
—Tengo que irme —mencioné algo inquieta —Tengo que regresar con los chicos, con mi Capitán.
—Pero-
—¡No me importa! ¡Tengo que irme! —miré atrás cuando la chica trató de detenerme.
Me calmé al verla algo asustada y suavicé la mirada, sintiéndome estúpida.
De lo poco que he visto, al parecer, ellos me habían ayudado. No debería tratarlos así.
—Perdón, lo que pasa es que... —mordí mi labio inferior y suspiré —Tengo que regresar con mis nakamas.
La chica parpadeó para después sonreír un poco y acercarse de nuevo a mí.
—Primero, ¿por qué mejor no te das un baño y tratas de relajarte un poco? Debes estar algo exaltada por estar en un lugar desconocido —vislumbré cómo se alejaba y sacaba un conjunto de ropa de su armario —Ten, te regalo esto, pruébalo —sonrió y observé al señor cómo sonreía algo orgulloso por su hija.
