Luffy x lectora | ❝¿Acaso existe algo más valioso que tus sueños?❞
Nuestra palabra y nuestros actos nos acaban definiendo como personas. La voz es lo único que nadie puede quitarnos, pero la perdemos poco a poco cuando hacemos promesas que sabemos q...
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—¿Quieres que te ayude?
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Ya habíamos dejado Thriller Bark atrás.
En estos 2 días estuve evitando a Zoro y si intercambiaba palabras con él era cuando todos estaban presentes, de manera cortante.
Me acomodé en la cama y miré el techo. Creo que debí aceptar la petición de Luffy.
—¡Vamos, __________, descansemos juntos! —me jalo a su camarote.
—Otro día —besé su mejilla deteniéndolo y con una risita me alejé viendo su puchero.
—¡Chicos, muy buenos días! —oí a Brook —¡A continuación, una canción para despertarse!
¡Shiroi hankachi...! (¡Oh, pañuelo blanco...!)
—¡Cállate! —escuché a Zoro y me reincorporé.
¡Mitsukaruna yatsu ni! (¡No dejes que te encuentren!)
—¡Todavía no ha salido el sol! —se quejó Sanji.
¡Nigero! (¡Huye!)
—¡Déjanos dormir un ratito más! —habló Franky y miré a mi izquierda cuando vi a Nami apoyarse en sus manos.
¡Shiroi hankachi...! (¡Oh, pañuelo blanco...!)
—¡Dejen a Brook y paren los ronquidos de Luffy! —grito Nami, reí un poco —¡________, rápido! —abrí los ojos cuando me lanzó de la cama.
—¿Y yo porque? —me queje antes de recibir un almohadazo en el rostro.
—Porque es tu novio, hazte cargo, no deja dormir —bufé quitándome la almohada de la cara, Robin también se había erguido mirando divertida la escena, reí entre dientes levantándome.
—Bien —sonreí, le lance la almohada haciendo que se queje, antes de que me grite le saque la lengua y salí de la habitación riendo, escuchando una risa y como algo chocaba con la puerta, la abrí un poco y sonreí divertida al ver la almohada en el suelo.
Volví a cerrar la puerta y me dirigí a la habitación de Luffy.
Sonreí al verlo en la cama, dormido a pierna suelta, atisbe a mi alrededor, no era la primera vez que entraba, pero sin duda siempre había algo diferente en este lugar, divise una esquina y reí un poco al ver ropa acumulada.
Me acerqué a la cama conteniendo una carcajada al ver a Luffy roncar.
Sin hacer mucho ruido y con cautela me adentré a la cama y lo abrace, sonreí cuando me devolvió el abrazo aún dormido y lo mire sorprendida cuando menciono mi nombre.
