Luffy x lectora | ❝¿Acaso existe algo más valioso que tus sueños?❞
Nuestra palabra y nuestros actos nos acaban definiendo como personas. La voz es lo único que nadie puede quitarnos, pero la perdemos poco a poco cuando hacemos promesas que sabemos q...
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
—¿Quién va conmigo?
• ─────── ✾ ─────── •
Reí un poco mirando como Luffy daba órdenes a los chicos y estos obedecían de inmediato, también emocionados.
—No sé por qué razón, pero quiero ir tras ella —dijo Zoro y reí más.
En contadas situaciones, él se comportaba igual que los chicos, emocionado.
—¡Oigan! —dije agarrándome de la baranda por el giro repentino del barco —¡Sé que quieren atraparlo, pero más cuidado, chicos!
—¡Sí! —gritaron en conjunto y sonreí.
—¡Oigan ustedes, ¿qué están haciendo?! —grito Nami saliendo de la cocina —¡¿Quién cambio la dirección sin mi permiso?!
—¡Pero tienes que ver esto, Nami! —exclamó Luffy —¡Hay una rana enorme con cicatrices por todo el cuerpo en el mar!
—¿Qué?
—¡Y además nos gustaría mucho poder cocinarla y después comérnosla!
—¡¿La comeremos?! —preguntaron Zoro, Usopp y Chopper.
Reí un poco y Sanji y Robin salieron detrás de Nami. Ladee un poco la cabeza al ver a Sanji un poco desanimado.
¿Qué le habrán dicho las chicas para ponerlo así?
Le sonreí cuando me observo y sonrió un poco deprimido.
Fruncí el ceño por eso.
—Tienes razón —dijo Nami con un monocular —¿Eso es un faro?
—¿Un faro? —pregunté y giré.
Sí, parecía un faro... más una estación.
—¿Qué es? ¿Acaso ves una isla? —pregunto Luffy.
—No, aunque hay un faro, pero no recuerdo que esté marcado en el Log Pose.
—¡¿Y la rana?! ¡Rápido! ¡Solo dime para donde se fue!
—¡No te diré!
—La rana se dirige hacia el faro capitán —dijo Robin haciendo que Nami la mire incrédula.
—Para cocinar una rana hay que lavarla con vino blanco, se polvorea con harina y luego se fríe.
—¡Basta Sanji, por favor! —bramo Nami.
—Si el capitán dice que iremos, no tenemos otra opción, ¿no lo crees?
—Robin... —se lamentó.
—¡Muy bien! ¡Vamos a toda velocidad!
—¡Sí!
—¡Remen! ¡Remen! ¡Remen! —gritaron y sonreí uniéndome a ellos —¡Remen! ¡Remen!
