Luffy x lectora | ❝¿Acaso existe algo más valioso que tus sueños?❞
Nuestra palabra y nuestros actos nos acaban definiendo como personas. La voz es lo único que nadie puede quitarnos, pero la perdemos poco a poco cuando hacemos promesas que sabemos q...
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—¿Eh? ¿Inocente? ¿Crees que soy inocente?
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Me quedé en el barco mientras Luffy acompañaba a Chopper que había pedido permiso en quedarse en el otro navío para revisar a uno de sus pacientes.
Al parecer estaba bastante herido para que Chopper no pueda dejar de revisarlo.
Ahora mismo estaba al lado de Zoro cuestionándonos del porqué unos icebergs se movían solos, como si ellos mismos decidieran el camino que debemos tomar.
—¿Los icebergs se movieron? —preguntó Usopp antes de estornudar.
—¿Eres tonto o qué? Es normal que los icebergs se muevan
—Lo que no es normal es que no se muevan con la corriente marina —dije sentándome en la baranda —Se mueven por su propia voluntad.
—Exacto —concordó Nami mientras Sanji asentía con una sonrisa.
—¿Se mueven por su propia voluntad?
—Oigan, oigan ¿Qué cosas tan absurdas dicen? —dijo Franky.
—Véanlo ustedes mismos —declaró Nami harta de que no nos crean —Sanji-kun, por favor —pidió Nami.
—¡Sí!
Sanji fue al timón y cambió el curso, al hacerlo, los bloques de hielo de inmediato nos impidieron el paso haciendo que se sorprendan.
—¿Qué es esto? —pregunto Usopp.
—Una vez más —Sanji cambio el curso obteniendo el mismo resultado.
—Demasiado presumido para ser un maldito pedazo de hielo —susurro Franky colocándose bien sus lentes.
Zoro salto y corto el hielo por la mitad dándonos pase.
—Es solo hielo —menciono Zoro sobre el iceberg.
—Pues parecían moverse para cerrarnos el paso —dijo Usopp.
—Pero el iceberg no parece tener nada raro —dijo Robin.
—Desde el incidente de anoche con los marines... me ha parecido como si alguien nos guiará hacia algún lado —manifestó Nami y asentí.
Después de todo, nos habían rodeado, pero misteriosamente solo teníamos una pequeña brecha donde podíamos ir.
—¡No sé quién será, pero es un atrevido! —dijo Franky —¡Que venga por nosotros! —hizo su pose.
—Tenemos que averiguar quién lo hace.
Mire a Zoro que seguía arriba y salte subiéndome al iceberg y caminar un rato con él.
Señalice un lado y miro donde señalaba, de un movimiento saque su espada y empecé a blandearla.
