Capitulo 13

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La puerta de mi casa cayó y ahí estaba Caleb... pero no era el Caleb que yo acostumbraba a ver.

Sus ojos estaban completamente dorados con un minuto círculo negro, sus colmillos eran demasiado grandes, no entraban en su enorme hocico... su pelaje negro ocupaba todo su cuerpo... la mirada de este Lycan no estaba ni cerca de la mirada del Lycan que me había curado las heridas... Este monstruo en la entraba de mi casa estaba colérico, temía por mi vida ¿sería capaz de lastimarme? 

Los ojos de Caleb se hamacaban entre Elijah y yo, sabía lo que estaba pensando... mierda, los Lycans son posesivos y agresivos, yo lo sabía ¿por qué acepté que él se quede conmigo? Ahora Caleb nos mataría a ambos en un ataque de celos... y no me importa morir, nunca me ha importado, pero eso era desatar una guerra con un sin fin de muertos.. no podía permitirlo.

- Caleb, mírame amor... nada de lo que estas pensando pasó - dije sin salir de atrás del brazo de Elijah que estaba en posición de defensa - retoma el control amor, no dejes que tu Lycan luche por algo que es tuyo, por favor - podía sentir la mirada de Elijah, pero no me importaba.

Pero Caleb no respondía, sólo me gruñía, cada vez más fuerte. Temía por mi vida, no me importaba morir pero él me haría sufrir... tenía ese presentimiento, Caleb había perdido la cabeza. 

- no dejaré que te lastime - susurró Elijah sin mirarme - corre a tu habitación, ahora - me ordenó sin dejar de ver al Lycan

Cuando giré para irme sentí el ruido de las maderas del piso chillar, Caleb entró corriendo a gran velocidad hacía mí. Pero Elijah se transformó en otra bestia diferente: era más alto que el mismo Lycan, su piel era grisácea, tenía los ojos rojos y brillantes como un rubí, en su boca sus dientes se volvieron más largos y filosos, creciéndole dos colmillos que sobresalían de su gigante y aterradora boca. 

Elijah tomó por el cuello a Caleb y saliendo afuera de mi casa, agradecí que evitaran más daños a mi propiedad la verdad, pero Caleb se libró de su agarre e intentó hincar sus dientes en la pierna del vampiro, pero la velocidad con la que Elijah se movía era superior... Por momentos no podía ver qué sucedía, la velocidad con la que todo ocurría era demasiado rápida para mi humana vista. 

Los veía girar, golpearse, Elijah arriba clavando sus uñas en el pecho de Caleb, creí que lo mataría.

- ¡No lo mates, no por favor! - rogué a un confundido Elijah que me miró y Caleb aprovechó esa distracción para dar vuelta la situación y subirse a horcajadas sobre Elija y propinarle una serie de golpes en la cara.

Los minutos corrían y en el frente mi casa seguía ocurriendo una batalla épica, mi corazón estaba desbocado, no quería que Caleb muera pero temía que si vencía a Elijah vendría a asesinarme... tenía pánico, ninguno de los escenarios posibles me gustaba... les grité, rogué que se detuvieran, no quería que ninguno salga lastimado. 

De golpe un sonido agudo llegó a mis oídos, casi reventando mis tímpanos, me cubrí mis oídos con mis manos y quedé tirada en el piso, con las rodillas en mi pecho, me había hecho una bola por el dolor. Levanté la cabeza y ví que las dos bestias estaban sufriendo también por el penetrante sonido, la pelea había cesado y aunque sentía que en breves perdería la conciencia me alegraba ver que ya no se estaban lastimado. 

A lo lejos, vi la sombra de un hombre acercarse caminando, mirando a las bestias tiradas en el pasto... pero no lo aguanté, me dejé llevar por la oscuridad y me desvanecí. 

Relata Elijah

Estaba ganando la pelea pero los ruegos de Elizabeth llegaron a mis oídos, ella no quería ver morir a Caleb y aunque él se merecía caer derrotado sin corazón por haber irrumpido y asustado de esa manera a Eli, respetaría su decisión.

Los ojos del reyWhere stories live. Discover now