Recordar para aprender

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Por más que lo intentó el comunicador estaba irreparable, la bala había dado en los componentes vitales y sin importar lo que hiciera no transmitiría su señal, por suerte pudieron emprender la marcha a pie sin contratiempos, ningún enemigo osó atacarlos, tenían más cordura de la que demostraban y no se enfrentaron con su pequeño ejército espectacularmente bien armado; habría sido suicidio.
Abigail se sentía bien, la preocupación y el deseo de volver a ver al sargento había desaparecido, pero verlo atado a esa mesa le había paralizado el corazón y recordó lo que Tony le había dicho, sabía que a final de cuentas su amigo tendría razón, ya lo había vivido, había sufrido por enamorarse de alguien que no debía; esta vez sería precavida y dejaría que el cariño que sentía por Bucky fuera solo eso, cariño.
-Está bien Abi casi llegamos al campamento.
-Sí -le contesto ella dejando de mirar el aparato que le había servido de distracción para no mirar a Bucky -Ojala y cuando lleguemos Stark no esté ahí, se va a molestar si ve su juguetito así.
-Parece que Howard Stark es un hombre quisquilloso.
-Lo es, pero en el fondo de esa personalidad tan escurridiza, espontánea y explosiva hay un buen hombre que piensa en el bienestar de los demás.
-Puede que tengas razón, tú has pasado más tiempo con él.
-O puede que solo muestre esa personalidad frente a mujeres bellas para impresionarla.
Le parecía increíble a Abigail que aun después de todo lo que le había ocurrido, de su cautiverio y de las heridas la picardía del sargento estuviera intacta y más aún que eso la hiciera sonreír. Por suerte para ella no tuvo que responder al comentario, ya habían traspasado las líneas de los aliados y todos los soldados los miraban sorprendidos, incrédulos porque estaban a salvo y habían salido ilesos de la fortaleza de Hydra.
Pronto a los presentes se les sumó Phillips y la agente Carter.
Steve le dio su escudo a Abigail -Creo que tengo que rendir cuentas de mis actos -y se adelantó para hablar con Phillips.
-Vaya, aun con el cambio Steve sigue teniendo el mismo noble corazón y ese deseo de servicio y patriotismo. - Le dijo Bucky a Abigail.
-Sí, por eso fue que lo eligieron. Solo las personas humildes entienden el valor y la responsabilidad que viene con el poder.
-Yo lo puedo entender ¿cómo me enlisto para pasar por el mismo procedimiento que Steve?
-¿Cambiar? ¿Para qué? -Abigail ya no pudo evitar mirarlo, mirar sus ojos era romper su voluntad, pero para hacerlo entender tenía que ver la sinceridad de sus palabras a través de sus ojos -Eres único sargento y ya cargas con una gran responsabilidad. No tienes la necesidad de cambiar.
-¿Entonces mi físico te sorprende más que el de Steve?
:Con qué de eso se trata: Abigail le sonrió entregándole el escudo. - El físico de Steve sorprende a cualquiera y más aún si se fue testigo del cambio. -La cara de Bucky se contrajo y ella sonrió aún más - Pero el físico no es lo único que me tiene que sorprender.
Ella se estaba traicionando. :¿Por qué lo estoy incitando? ¿Por qué le doy aliento? Debería alejarlo de mí, no dejarlo hacerme daño. Creo que será mejor que me vaya.:
-¿El ser un buen bailarín la sorprende? -Él estaba peligrosamente cerca de ella y sabía por qué lo hacía, ella le había prometido algo si lo volvía a ver.
-Tal vez, no lo sé. Si me disculpas tengo que irme, no me siento bien.
Pero sus palabras en lugar de alejarlo de ella lo hicieron acercarse más, él la observaba detenidamente y ya se estaba preparando para apoyarla si ella lo necesitaba.
-¿Te encuentras bien? ¿Quieres que te lleve a la enfermería?
-No gracias, solo quisiera descansar. Me voy a dormir, los veo más tarde. -Para dejarlo tranquilo ella le sonrió y sin esperar respuesta se dirigió a las tiendas.
Cruzó todo el campamento alejándose lo más que podía de la multitud, pero sin alejarse de la seguridad y trepo a un árbol de gruesas ramas dónde reposó, cerró los ojos y como pudo relajó su cuerpo, aunque fue sumamente difícil pues la imagen del sargento se había grabado intensamente en su mente.
Despertar en su mullida cama ahora no le proporcionaba ningún alivio, no había tenido intención de regresar a su tiempo aun, pero necesitaba recordar, necesitaba abrir la herida de nuevo para asegurarse de no abrir una segunda.
Se levantó de la cama y se dirigió al librero que estaba frente a ella, una antigüedad y regalo de su madre; busco en los estantes superiores y sacó 3 cuadernos de colores, en ellos estaban guardadas sus memorias más alegres que habían terminado en tragedia. Se sentó y comenzó a leer, página a página su pasado se habría ante ella, las sonrisas y el llanto intercalaban sus momentos, entrada la noche sus ojos se encontraban hinchados y sus músculos del diafragma y de su rostro estaban adoloridos.
Ligeros golpes se escucharon a su espalda -Hola preciosa, no sabía que estabas aquí ¿Cuándo regresaste?
Abigail dudó un momento en contestarle a Tony pues su voz denotaba todas las emociones que pasaban por ella pero con o sin respuesta Tony se acercaría a ella - A medio día más o menos, no recuerdo.
-¿Qué te ha pasado? ¿Te lastimaron? ¿Estas herida? -Tony se acercó enseguida a donde ella estaba y aunque sintió un gran alivio por verla sana y salva, al ver los cuadernos sobre el escritorio entendió el motivo de sus lágrimas. Tomó las manos de su amiga, apretándolas con ternura. -Abi ¿qué haces? Debería haberme desecho de ellos después de lo que sucedió, no hacen más que hacerte sentir mal.
-No es así Tony y aunque te deshicieras de ellos son mis recuerdos, permanecen dentro de mí y me traen tanto dichas como tristezas. Es parte de mí y de quien soy.
-No los habías abierto en un buen tiempo ¿Qué te hizo abrirlos?
-Es porqué lo encontré de nuevo.
-¿A el sargento?
-Sí y él me hace sonreír, los leo para recordar lo que pasa cuando un hombre me hace sonreír.
-Yo te hago sonreír ¿Te causo penurias yo también?
-No Tony, tu solo me causas disgustos -dijo abrazándolo y sonriendo. -No quiero pasar por lo mismo Tony, pero también no quiero pasar el resto de mi vida sin experimentarlo nuevamente.
-Entonces sí que estas en un dilema, dijo soltándola y limpiándole las lágrimas que aún no dejaban su rostro. -Tú sabes cómo termina su historia y sabes cómo te vas a sentir cuando eso pase.
-sí, pero también sé cómo me sentiré mientras dure.
-Abigail, si no somos hermanos de sangre fue porque el destino nos jugó una mala pasada, pero ambos somos parecidos, sabemos lo que queremos, lo que debemos hacer para conseguirlo y las conciencias que nos traerá y aun así siempre las asumimos. Cuando todo termine aquí voy a estar para ti.
-Gracias Tony.
-Además quizá la historia no está del todo escrita, quizá por eso estas ahí, ya sabes lo que pasará y podrías evitar que suceda. Tener tu final feliz.
-Eso espero, por otro lado ¿Qué sería la vida si no arriesgamos?
-Esa es la Abigail que yo conozco. Ahora deja de llorar y regresa a dónde te necesitan, los lamentos no cambian las cosas, los actos sí.
-¿Tú no me necesitas aquí?
-Por ahora no, todo parece tranquilo y S.H.I.E.L.D. no ha pedido nuestra ayuda así que puedes irte tranquila.

What if...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora